Alonso Lujambio Irazábal, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), convocó a los jóvenes a leer, no solamente para tener buenas calificaciones, sino para desarrollar un pensamiento ordenado, aproximarse al mundo y “a la felicidad”.
Los exhortó además a cuidar la lengua, usarla con calidad y a no "dinamitarla" en los mensajes de texto.
Consideró que la discusión sobre lo que leen o recuerdan haber leído los miembros de nuestra clase política ha sido desordenada y "a veces frívola".
Durante la ceremonia de premiación del XII Concurso Hispanoamericano de Ortografía, realizado en el Salón Hispanoamericano, el titular de la SEP dio por concluida la "discusión" sobre lo que lee la clase política.
Al hacer referencia a los errores cometidos por los precandidatos presidenciales, cuando citaron nombres de libros y sus autores, Lujambio aseguró que "por fortuna ha terminado una discusión sobre lo que leen o lo que recuerda haber leído los miembros de nuestra clase política".
Ante los 22 representantes de igual número de naciones de Hispanoamérica, Lujambio dijo temer el hecho de que los jóvenes viven todos los días situaciones en las que es común que les llegue "un mensaje con el que estamos dinamitando prácticamente, con contracciones y otros instrumentos fatídicos, el uso de nuestra legua".
A los alumnos de entre 15 y 17 años de edad, “expertos” en el manejo de las reglas ortográficas, les dijo que son ejemplos para los jóvenes en este momento histórico.
"Hay muchas razones para convocar a los jóvenes a leer, no solamente es para que tengan buenas calificaciones. No solamente es para que tengan un pensamiento ordenado o para que cultiven la ciencia como intento de conocer las cosas por sus causas. Es un modo, pues de aproximarnos al mundo y también una manera de aproximarnos a la felicidad", sostuvo.
Ante el ganador del primer lugar del Concurso, el cubano Carlos Jaime Jiménez, el titular de la SEP señaló que este certamen constituye una homenaje a nuestra lengua, así como una oportunidad para estimular a los jóvenes para que lean y escriban cotidianamente.
Porque es la única manera, no sólo de dominar el idioma, sino de avanzar "en el conocimiento de comunicar nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestros puntos de vista", manifestó.
