El apoteósico desembolso de los últimos años en el Manchester City condujo a este club, el hermano 'feo' de la ciudad, hasta su primer título en 35 años: la Copa de Inglaterra. (EFE)
El apoteósico desembolso de los últimos años en el Manchester City condujo a este club, el hermano "feo" de la ciudad, hasta su primer título en 35 años: la Copa de Inglaterra, que supone el primer trofeo del técnico Roberto Mancini fuera de Italia.
La victoria de hoy ante el Stoke por la mínima (1-0) y gracias a un tanto de Yaya Touré permitió al City recibir en el majestuoso estadio de Wembley, muy solicitado este mes, el primer galardón para el club desde la Copa de la Liga conseguida en 1976.
El argentino Carlos Tévez capitaneó al equipo y levantó el trofeo emocionado, eufórico y a grito limpio mientras era aplaudido por su afición y abucheado por la rival. Tracas y elegantes tiras de confeti blanco adornaron el majestuoso coliseo en el momento en que esa plantilla recibía el galardón.
Pese a la constante especulación sobre su deseo de abandonar la entidad próximamente, Tévez dio la talla en la que podría haber sido su primera y única final con el City.
Si bien en diciembre pasado, el entrenador logró retenerlo, aún parece complicado que el jugador continúe con los "citizens", la próxima temporada.
Sea como fuere, Tévez ya tiene una medalla de campeón con el City, motivo que suscitará gran malestar entre muchos hinchas del Manchester United, que lo vieron marchar en 2009 de su equipo al vecino adversario.
Él es parte de la galáctica plantilla que ha querido construir para el City el jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan, un multimillonario de Abu Dhabi, desde que compró la entidad en 2009.
Su inyección de dinero, en forma de jugadores, personal técnico o mejoras para las instalaciones del club, ha alcanzado en este tiempo las 1.000 millones de libras (1.137 millones de euros).
Con este título, el City ha atado el hilo que le quedaba suelto.
No sólo le bastaba con asegurarse una plaza en la Liga de Campeones para la próxima campaña, punto resuelto desde su victoria el martes en la Premier ante el Tottenham, sino que debían justificar la mayor inversión europea del año en jugadores con un trofeo.
La última vez que el Manchester City levantó la Copa de Inglaterra corría el año 1969. Joe Mercer llevaba las riendas del equipo y Neil Young marcó el gol de la victoria.
Entre aquella jornada y la de este sábado, el club ha pasado por etapas y categorías muy dispares hasta hacerse con la imagen de opulencia que hoy en día proyecta.
Hubo un punto de inflexión en su trayectoria, en el que casualmente surge el nombre de su último rival: el Stoke.
En la temporada 1997-1998, Manchester City y Stoke competían en la Segunda división del fútbol inglés. En la última jornada de Liga, ambos se enfrentaron entre sí al tiempo que luchaban por sobrevivir en esa categoría. El City se impuso con dos goles de Shaun Goater, pero las victorias del Portsmouth y el Port Vale prohibieron a éste la permanencia.
Tanto el City como el Stoke descendieron a Tercera. El curso siguiente, 1998-1999, el conjunto de Manchester terminó tercero en la tabla y logró el ascenso tras disputar un último escalón en los "play-offs" ante el Gillingham. En la siguiente temporada (1999-2000), con casi la misma plantilla, se ganaron el ascenso directo a la Premier League.
Desde entonces, sólo un año ha pasado el City fuera de la Primera categoría del fútbol inglés. Sin embargo, al otro finalista de esta temporada en la FA Cup, el Stoke, le costó algo más instalarse en la Premier League. Tuvo que pasar tres años en Tercera (entre 1998 y 2001) para subir a Segunda, donde compitió seis años más hasta ser merecedor del ascenso.
La celebración del Manchester City este sábado por su quinta Copa de Inglaterra podría verse eclipsada por la victoria unas horas antes del Manchester United en la Premier League. Los "diablos rojos" lograron su decimonoveno título de la Liga inglesa tras empatar 1-1 contra el Blackburn Rovers.
