Hace algunas semanas iniciamos como muchos otros de los gomezpalatinos a hacer ejercicio en un gimnasio, en el parque o en alguna área verde disponible dentro de nuestra Comarca Lagunera de Durango. Algunos con la intención de bajar esos kilitos de más de las vacaciones, algunos otros con el fin de lucir una mejor figura y otros tantos con el objetivo de iniciar...
... un cambio de hábitos alimenticios y calidad de vida.
He de confesar que es sumamente difícil lograr hacer de esto un hábito y tiende uno más bien a caer en la desidia y el cansancio por las rutinas establecidas y sobre todo repetitivas, que día con día se tienen que hacer.
Conversando con varios individuos me decían que los gimnasios de la ciudad de Lerdo y Gómez Palacio tienen diferencias importantes con los de Torreón, así como los espacios disponibles para correr o trotar. El argumento consistía en que si no se tiene el apoyo psicológico o de entrenamiento en los gimnasios la intención de lograr hacer un hábito en los deportistas sería un poco más que difícil. Señalaban que en la ciudad de Torreón las instalaciones están más cuidadas y los entrenadores más capacitados, sin embargo muchos de ellos trabajan en las dos ciudades sino es que se da el caso de trabajar en las tres.
Al hablar con los entrenadores ellos arguyen que hasta el tipo de mentalidad de los deportistas es diferente, que en la ciudad de Torreón, la gente invierte más en suplementos alimenticios y que intentan cumplir con las rutinas, en cambio en la ciudad de Gómez Palacio por citar un ejemplo, las rutinas tenían tiempo de ser impartidas por el mismo instructor, con las mismas canciones de hace algunos años.
Con el afán de no sonar a malinchista, pareciera que algunas de estas cosas son ciertas, como el hecho de que la economía de allá es más próspera, que la mentalidad de los ciudadanos torreonenses es diferente, así como las empresas parecen crecer más allá del lecho seco del río Nazas. Baste con el ejemplo, ver la importancia que tienen en los candidatos a gobernador La Laguna de Coahuila por su cantidad de electores y el peso específico en la economía del estado de Coahuila.
Pensar que de este lado sólo se dan cosas negativas sería injusto, e incluso lo hemos mencionado en otros momentos, baste el ejemplo del desastre que comprende algunos cuadros del Centro de la ciudad de Torreón, que más que reparaciones parece campo minado.
¿Será realmente la mentalidad diferente en las ciudades vecinas? ¿Se le dará más auge a un estado que al otro? ¿Serán nuestros gobernantes los responsables? La respuesta la tendrá cada uno de nosotros pero estadísticamente crece más un negocio en la ciudad de Torreón, incluso la gente le invierte en mayor proporción a algo que se produzca en esa ciudad. Seguramente algo estarán haciendo bien.