Zapatero a tus zapatos. Recientemente hubo unas declaraciones del gobernador de Chihuahua sobre el problema a nivel nacional que se vive con los jóvenes que ni estudian ni trabajan, denominados coloquialmente, yo diría que despectivamente, como "ninis", que en la Región Laguna de Durango...
... como decíamos, el término en sí parece discriminatorio, y habría que preguntarse cuáles son las causas de que estos muchachos (as) estén fuera del sector productivo y educativo, ya que no sólo sería responsabilidad de ellos el no acceder a estos espacios.
La propuesta de César Duarte consistía en "obligar" a dichos jóvenes a realizar su servicio militar durante tres años, lo cual les ayudaría, desde su punto de vista, a aprender reglas, límites, ser responsables, etcétera, en otras palabras, los haría personas, como decía mi abuelita: con oficio y beneficio.
No entraremos en debate en la parte de si el Estado es responsable o si esta educación sea la adecuada para personas de esta edad, porque no es un área que nos competa, pero sí me parece que tomando en cuenta uno de los múltiples factores que produce el fenómeno, que es la oportunidad, ahondaremos en varias propuestas.
¿Qué es lo que una persona entre los 13 y los 18 años necesita? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿En dónde radican sus intereses? En primer lugar los chicos (as) necesitan pertenencia y lograr su identidad, acompañados de una autoestima fortalecida y espacios para expresar su creatividad.
Sin embargo muchos de los programas que se ofrecen por parte del Gobierno, escuelas y entidades responsables, si bien tienen la intención de beneficiarlos, carecen de una visión integradora, ya que en muchas de las veces sólo se toma en cuenta el componente físico, emocional o intelectual y en otras ocasiones sólo se atiende en lugar de prevenir.
Hace algunos días se impartió un taller de violencia en el noviazgo en el municipio de Gómez Palacio, con el objetivo de que los jóvenes evaluaran su relación y conocieran si ésta sufría algún tipo de violencia. Excelente, sólo que habría que darle continuidad a este tipo de eventos, ofreciendo un taller preventivo en cuestiones de violencia pero en sus diversas ramas, como lo son el abuso sexual, la violencia psicológica, la manipulación, etcétera, lo cual le daría una visión no sólo preventiva, sino de atención y herramientas prácticas para los jóvenes ávidos, así como de emociones fuertes de conocimientos de este tipo.
Volviendo a las necesidades de los chavos, hablaríamos de tres rubros: el emotivo, el cognitivo y el conductual, pasando por la parte de la prevención, que es la que menos se toma en cuenta. La primera se refiere a conocer qué es lo que sienten y necesitan, ¿qué les preocupa?, ¿qué les interesa?, y sobre todo aplicar en esta etapa la inteligencia emocional, que va dirigida a aprender tolerancia a la frustración, manejo del estrés, asertividad entre otros. La segunda área es la cognitiva, que cubre las habilidades de pensamiento, como lo es el desarrollo de la creatividad que se puede dar a través del arte, de talleres de teatro, música o expresiones culturales o deportivas de las cuales están súper interesados, como dirían ellos y ellas.
Por último, el conductual, que implica aprender conductas no violentas, asertivas y dirigidas a crear una sociedad más tolerante y participativa.
Sé que todo esto se ha aplicado en algún momento y en algún municipio, pero me parece que no de manera integral ni con las personas especializadas en el área, ya que un ingeniero con todas las ganas del mundo y el respeto que me merece no podrá dar terapia psicológica, y un médico veterinario por mucho ánimo que tenga no podrá crear un programa cultural igual que lo haría un especialista en jóvenes y en la cultura, por supuesto, o peor aún un asesor presidencial de más de 60 años no podrá desarrollar un programa para chavos como lo haría otro chavo, y no por la edad, sino por la especialización en temas adolescentes.
Sé que esta es una visión idealista, pero creo que necesaria, como me decía un compañero hace algunos días, los jóvenes de esta época ya no crecieron con el dinosaurio, crecieron con la alternancia, "'haiga' sido como 'haiga' sido", parafraseando a un personaje famoso, crecieron con los cambios y desde luego con una mayor participación de ellos en los asuntos públicos.
Intentemos pues que estos jóvenes le cambien el casete, perdón DVD o aún más al IPod, brindándoles espacios y no propuestas que tienen de creativo lo mismo que hacer un paseo a campo traviesa, en Gómez Palacio por la avenida Madero.
¡Hasta la próxima!