Hace algunos años en la ciudad de Torreón se implementó el uso obligatorio del cinturón de seguridad, al inicio eran sólo sugerencias a los automovilistas de portar su cinturón por parte de los agentes viales o tránsitos como coloquialmente se les llama, no digo los otros nombres con los que se les conoce porque causaríamos una aberración en esta columna tan bien portada. El punto al que voy es que actualmente el uso del cinturón de seguridad es algo indispensable, como finalmente se logró en las tres principales...
... ciudades de la Comarca Lagunera, pero esto se dio sólo cuando se empezó a infraccionar a los automovilistas, en otras palabras, sólo hasta que afectó su bolsillo.
En estos días, en la ciudad de Gómez Palacio se implementó un operativo para disminuir o abatir el exceso de velocidad en los conductores en puntos neurálgicos como bulevares, avenidas y principalmente el periférico.
Como en la ciudad vecina se ha iniciado con hacer recomendaciones a los usuarios de estas vías de moderar su velocidad, para luego, lógicamente llegar a la infracción a quien infrinja el límite de velocidad.
A través de la maravilla del siglo en internet podemos leer los comentarios de los ciudadanos, que en realidad son los que palpan a ciencia cierta el sentir de la población y sobre todo conocen las necesidades, ya que forman parte de los usuarios, y como dicen las leyes de mercado, los clientes mandan.
Hay comentarios a favor y en contra lógicamente, estos últimos quejándose de algunos agentes de vialidad, ubicados principalmente en el km 114 que subrayan se "avientan" vueltas en "U" que poncharelo ya lo envidiaría en los años 80s.
A favor me llamó la atención un comentario de una mujer que hablaba de poner más señalamientos, estar más tiempo en los puntos importantes y que los agentes de vialidad tuvieran más participación orientando a la ciudadanía, ella lo llamaba "sueño guajiro" debido a que pareciera que era mucho pedir.
Desde mi punto de vista me parece una excelente propuesta y definitivamente se valdría soñar, ya que con señalamientos adecuados, capacitación a los agentes y sanción a éstos cuando incurran en las famosas "mordidas" ayudaría tremendamente a bajar los índices de accidentes, sobre todo en el periférico, amén de darle educación vial a los ciclistas y transeúntes que cruzan dicha vía con la agilidad de Pablo Hermoso de Mendoza, y qué decir de los ciclistas que con tres o cuatro niños a cuestas cruzan al estilo de lance Armstrong.
Sólo faltaría un punto, que me parece sumamente importante: los conductores automotores. Si nosotros pusiéramos de nuestra parte manejando a una velocidad permitida, respetando los pocos o muchos señalamientos, tomando en cuenta a los ciudadanos de a pie y a los terminator de los termo panteón, las cosas seguramente mejorarían siendo propositivos y no dejando que sólo el Gobierno intente solucionar los problemas.
Para esto, desde luego tendríamos que ser más organizados, levantarnos temprano, no ir a las prisas a dejar a los niños a la escuela, o decirle a mi amante que no me cite tan temprano en los moteles del periférico, que cada vez están más económicos por cierto, y finalmente hacernos responsables de lo que nos toca.
Considero que si estos dos factores se dan, los ciudadanos y gobierno llegaríamos a tener una ciudad más civilizada, porque si no de otra forma estaríamos más tristes que la repavimentación de la avenida Morelos, ¿no lo cree?
¡Hasta el próximo domingo!
