Hace algunos días estuvimos hablando una compañera y un servidor sobre los mitos y las realidades de la nutrición. En realidad defendíamos nuestros puntos de vista sobre el tema, más allá de llegar a alguna conclusión científica digna de publicarse.
Sin embargo me pareció interesante debido a que el tema de la obesidad es algo que repercute en la salud pública y es objetivo de algunos gobiernos, entre ellos el Estatal.
Ella argumentaba que para comer bien y estar sano, no era necesario complementar la comida con suplementos, que el cuerpo humano era tan sabio que en los alimentos encontraba los nutrientes necesarios para vivir sano. Hablaba de alimentos orgánicos y no orgánicos y su dieta incluía pescado, verduras, frutas, cereales, etc.
Por mi parte le comentaba que gracias a los suplementos alimenticios que yo estaba ingiriendo me había sentido muy bien y que tenía un buen tiempo sin enfermarme, incluso que sentía que mi rendimiento en el trabajo y actividades recreativas había subido.
La pregunta obligada entre nosotros era ¿es necesario tomar algo adicional para nutrirse?
Sé que es una pregunta que la mayoría de los mexicanos y más los lerdenses y gomezpalatinos nos hacemos frecuentemente. La respuesta desde mi punto de vista se la daría con un ejemplo: si usted compra su coche del año y circula por las avenidas de Gómez Palacio que tienen 100 años de no repavimentarse, lo más seguro es que la suspensión de su coche quede inservible en poco tiempo. En cambio si usted en el mismo coche circula por una autopista norteamericana, que por cierto no cobran, obviamente la suspensión de su vehículo se lo agradecerá.
Un ejemplo más, tiene la oportunidad de salir una noche de pasión con Paquita la del barrio o con Jennifer López, o si usted es masnice, tiene la oportunidad de salir con la bodoquito o con Catherine Zeta Jones, ¿Con cuál saldría? No creo que sea muy difícil escoger, a menos de que usted me diga que con esta última no, porque comparte de la enfermedad de muchos de nuestros gobernantes.
Si por el contrario escoge un hombre y le dan a escoger entre Pancho cachondo y William Levy, no creo que vaya a escoger al exdiputado panista.
Volviendo al tema que nos atañe y en tono serio, se podría llegar a la conclusión de que es bueno alimentarse bien, asistiendo con especialistas y siguiendo una alimentación balanceada, pero siempre, y no soy pretencioso con la palabra, será mejor darle al cuerpo lo que verdaderamente necesita, en otras palabras alimentarnos con programas definidos y bien estructurados, que lejos de contener químicos adictivos como muchos piensan, se vuelven adictivos, porque el cuerpo no va a buscar lo malo, sino que se acostumbra a lo bueno.
¿Que yo como por ansiedad? Pues busque atención para el manejo de ansiedad e inicie un programa alimenticio ¿Qué yo quiero participar en la selección de las nuevas curvas peligrosas? Ah, entonces haga caso omiso de la anterior recomendación.
Pensara usted y ¿qué tiene que ver esto con el chupapanzas?Pues muy sencillo, como lo habíamos comentado anteriormente, existe un lugar en nuestro querido Lerdo en donde se dan asesorías profesionales, para alimentarse sanamente, quitar la ansiedad, diseñar un plan de vida, darle seguimiento y sobre todo tener una mejor calidad de vida. Chupapanzas es un programa intensivo de 3 días, comiendo sano y saludable en el que usted dejará esa panza de Juan Gabriel y quedará casi, casi como nuevo.
Oiga, por cierto no se confunda, abundan los centros en Lerdo, donde a su malteada le ponen avena para que usted se llene más rápido, pero le quitan nutrientes, el único club de nutrición con Nutriólogos, Psicólogos, Enfermeras y Químicos está en Lerdo, sí, escuchó bien, en Lerdo, en la esquina de Coronado y Ocampo.
¡Hasta la próxima semana!