MANO IZQUIERDA
Durante muchos años el Instituto 18 de Marzo ha sido forjador de una gran cantidad de gomezpalatinos exitosos, muchos otros no tanto, pero ambos con la convicción y el respeto hacia su escuela, que incluso años más tarde recuerdan con gran cariño, amén de acordarse de algunos de sus maestros que hicieron historia en el instituto y en la propia. Hace algunos días entró la famosa 18 en su enésima huelga, en la que obviamente se suspenden labores y tanto docentes como personal administrativo y alumnado dejan de asistir a la escuela.
Este paro de labores inició el día 25 de mayo y obedece, según las malas lenguas, a que el sindicato pretende hacer algunos cambios a nivel directivo, organizando a los docentes y personal administrativo para dicho fin, recabando una buena cantidad de firmas para pedir la destitución en particular del director.
Pareciera un problema sin importancia, nada más allá de una mala relación, como sucede en el matrimonio o en cualquier otro trabajo, la gran problemática es que no es la primera ocasión que se emplaza a huelga, como decíamos anteriormente, lo más importante es que en estos días se llevaría a cabo la prueba Enlace, una prueba a nivel nacional que determina el grado de conocimientos que tienen los alumnos, que por cierto, los mexicanos no salimos muy bien que digamos.
Imagine usted la escena: "venimos a aplicar la prueba Enlace" y la respuesta sería: "En realidad en estos momentos no podemos porque fíjese usted que estamos en huelga".
Aquí sólo cabrían dos explicaciones, la primera es que tanto al sindicato como al personal que labora en dicho instituto se le haya olvidado que se llevaría a cabo la prueba mencionada, y la segunda, que les importa poco la aplicación y mucho menos les importa la calidad académica de sus alumnos. Mi estimado lector, usted saque sus conclusiones.
Habrá algunos que digan, pues a mí a veces se me olvida hasta el cumpleaños de mi mujer, o cuáles chones me puse o si me puse, y algunos otros que aman con pasión al instituto y han visto crecer a una buena cantidad de alumnos y no sólo en lo físico, sino en lo intelectual, les duele profundamente ver que es más importante los cotos de poder que pueda haber, que lo trascendental, que es formar a nuestros jóvenes ávidos de conocimiento, en etapas de la vida tan importantes para su desarrollo.
Como en todo, no se puede generalizar sobre el caso, habrá maestros interesados en seguir con su cátedra, algunos otros rezando para que la huelga continúe, otros preocupados por su futuro en la institución si se llega a cambiar de dirección, sin embargo, a diferencia de lo que decía el presidente Calderón, que somos más los buenos que los malos, aquí parece lo contrario, o al menos el resultado es que los jóvenes volvieron a perder clases, sin que ellos en ningún momento se les pidiera su opinión.
Deseamos de todo corazón que se reinicien las clases, pero sobre todo pedimos a los involucrados que mediten en algún momento sobre sus decisiones, si es verdaderamente la educación su vocación en la vida, si los jóvenes merecen ser educados así, si el prestigio de esta institución se acabara con tantas huelgas, o si yo sólo trabajo en esto porque no había otra cosa, o porque mi abuelita me heredó el puesto o porque trabajo unas horas aquí y aunque falte me llegue el cheque.
Ojalá la gente que estuvo, está y quiere a la institución haga algo por ella, y reitero, algo por los jóvenes ávidos de conocimiento, pero por encima de todo, ávidos de congruencia de los adultos, que son su ejemplo.