Este fin de semana, en todo el país la mayoría de las empresas participa en lo que se ha denominado El Buen Fin, donde la mayoría de los comercios apoya la sacudida economía de los mexicanos a través de ofertas y descuentos en sus productos, para que así los clientes tengamos acceso...
...a productos que en otros momentos no serían asequibles para nosotros.
Entendemos que esto, como en la mayoría de las acciones de gobierno, tiene un tinte electorero, si no para afectar de manera positiva una campaña, sí para manejar un branding en cuestión de imagen de algún funcionario. Aunque a veces me pongo a pensar que habrá obras de gobierno que intentan mejorar la imagen del funcionario ante los ciudadanos y termina siendo contraproducente. Para muestra podemos observar las obras sobre el periférico, que sí acarrearan beneficios, aunque la mayoría de los conductores se ha quejado amargamente de la cantidad de tiempo que hacen de su trabajo a sus hogares.
En realidad desconozco mucho sobre el tema de fondo del buen fin de semana, pero me gustaría aplicarlo al área de la salud en general.
Imagine usted mi estimado y apreciado consumidor en potencia, que así como hay ofertas tentativas en los establecimientos, existiera en algunos consultorios médicos y en hospitales privados algún descuento en alguna especialidad, sobre todo en esta época donde la gran mayoría padecemos desde una pequeña gripe hasta una depresión endógena por sentirnos solos en épocas navideñas.
No hablo aquí del sector público porque la cantidad de demanda que tienen rebasa en mucho la capacidad instalada en cuanto a servicios y medicamento. Me refiero a la parte privada y por poner un ejemplo hablaríamos del cardiólogo que en lugar de cobrar su consulta en 600 pesos, el costo por ella fuera de 300 ó 100 pesos. O los laboratorios que realizaran los análisis por un costo menor al que generalmente lo hacen. ¿Se imagina?
Habrá como en todo gente con un negativismo exacerbado y alguno que otro médico elitista que digan que Ícaro mejor salga a volar con sus alas creadas por su padre y se olvide de dar ideas que además de poco aplicables, dejan poca ganancia al área médica y que para eso existen las farmacias de la botarga médica que ha experimentado bull-ying los últimos años. Sin embargo su servidor sería de la idea que si accesáramos más laguneros a este servicio con especialistas al menos un fin de semana, contribuiremos a la economía de los compatriotas, además de generar una identidad todavía más humana del modelo médico.
Sé que existen asociaciones y centros comunitarios que ofrecen este servicio la mayor parte del año, pero creo que sería oportuno aprovechar el marketing actual y sobre todo ofrecer servicios de calidad a la mermada situación de los laguneros y que de a poco no sólo fuera un buen fin, sino se extendiera a algunas fechas más del calendario.
Como siempre su opinión es la mejor, a mí sólo me pareció una buena idea.
¡Por cierto, buen fin de semana!