"Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas son, en efecto, formas de la Hemiplejia moral."
José Ortega y Gasset
Quizá lo que más me llama la atención de inicio al leer un artículo sobre la política venezolana María Corina Machado es una frase que se le atribuye: "La obsesión de calificar a la gente en derecha o izquierda está superada." De inmediato me viene a la memoria la famosa descalificación de Ortega y Gasset a quienes buscan definirse de manera hemipléjica en política.
La semblanza ofrece una aclaración más puntual sobre los principios de María Corina: "Creo en una sociedad donde debe haber seguridad y trabajo digno para todos. ¿Eso es progresista? Soy progresista. Creo en una sociedad en la que los mecanismos del mercado generen competencia y oferta diversa, y donde haya incentivos al trabajo, al talento. Si eso es liberal, entonces soy liberal."
No sorprende que el presidente venezolano, Hugo Chávez, la haya convertido en su villana favorita. La inteligencia es el principal enemigo de los dictadores.
María Corina -una atractiva ingeniera industrial, divorciada con tres hijos, de 44 años de edad- trabajó en la industria automovilística y creó la Fundación Atenea en 1992, un proyecto para ayudar a niños huérfanos y de la calle. En 2002 participó en Súmate, una organización que buscaba firmas para convocar un referéndum revocatorio del mandato del presidente Hugo Chávez. Pronto se convirtió en uno de los personajes más reconocidos del movimiento opositor a Chávez. El presidente estadounidense George W. Bush la recibió en la Casa Blanca en 2005 en una acción que el gobierno venezolano tildó de provocación.
En febrero de 2010 María Corina dejó Súmate para postularse como candidata a la Asamblea Nacional. Logró su elección en septiembre con el máximo porcentaje de cualquier candidato. En la Asamblea Nacional se ha convertido en una de las figuras más visibles de una oposición a Chávez que empieza a ganar fuerza. Algunos la ven como posible candidata a la Presidencia en 2012.
El propio Chávez ha calificado a María Corina como la "burguesita". Las organizaciones chavistas la han atacado salvajemente y la han cuestionado por pertenecer a una familia acomodada. Un video muy difundido presenta supuestamente el asco que María Corina le tiene a la gente del pueblo al limpiarse la boca tras un beso de una mujer morena. Los chavistas no explican, sin embargo, por qué las dos permanecen abrazadas y sonrientes.
Si bien María Corina ha dicho que en este momento está interesada en hacer bien su trabajo como legisladora, y es ciertamente una de las pocas diputadas que se prepara para los debates preparando cifras y argumentos, en los comicios de 2012 podría ser ese personaje carismático que la oposición necesita para enfrentarse a la aplanadora mediática y política de Chávez. Por lo pronto, como suele ocurrir con las campañas negativas, los ataques de los medios oficiales -que son ya casi todos- no han hecho más que aumentar su popularidad.
Mucha gente dice que la falta de experiencia de María Corina en política sería un obstáculo en caso de que llegara a la Presidencia de Venezuela. Otros dicen que esa es su principal virtud. Después de todo, la popularidad inicial de Chávez, antes de que tomara poderes dictatoriales, se explicaba en parte por el deterioro de la imagen de los políticos venezolanos. María Corina es por ahora una imagen fresca de una mujer que está aportando ideas nuevas, aunque algunas abreven de una corriente intelectual que se remonta a Ortega y Gasset.
A pesar de los altos precios del petróleo, y de que el resto de los países de América Latina tuvo crecimientos saludables, la economía de Venezuela registró una contracción de 1.9 por ciento en 2010. La inflación, cercana al 30 por ciento anual, es la más alta de la región.
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