Bajo la premisa de que el teatro debe ser 'útil' y 'hacer sentir vivo' al espectador, además de hacerlo más humano, la actriz Itari Marta, actual directora del Foro Shakespeare, pugna por llevar el arte escénico a los reclusorios.
En el artículo titulado 'El teatro en reclusión como acto de libertad', publicado en el más reciente número de la revista 'Paso de Gato', la actriz reflexiona sobre la situación actual de la oferta teatral en el país, a la que considera variada pero sin la calidad suficiente para cumplir con los objetivos antes mencionados.
Es por ello que el Foro Shakespeare decidió 'dejar de aumentar la cartelera' y buscar nuevas formas de hacer 'sentir una nueva verdad escénica' y al mismo tiempo sentir que se hacía algo útil en una época dominada por la tecnología y el abuso de las drogas.
Comenta también que la inseguridad es un asunto de corresponsabilidad y no sólo de exigencia de justicia, por ello, la institución que encabeza busca honrar a 'Hamlet' en su afirmación de que el teatro y quienes se dedican a él son 'la crónica y el reflejo del presente' y de este modo ayudar a la reintegración social de los presos.
Actualmente, la mayoría de la población no tiene acceso al teatro profesional, y los reclusos son de los más afectados por ello, de ahí que su iniciativa no busque simplemente acercar a estas personas al teatro, sino darles las herramientas para que generen la creación teatral de manera profesional.
Entre los objetivos del proyecto, la directora del Foro Shakespeare menciona la profesionalización de la disciplina en las cárceles, la dignificación de los reos, transformar la percepción de la realidad social del actor y sistematizar una estrategia de recomposición social a través del teatro profesional, entre otros.
Hoy en día esta labor se lleva a cabo en la penitenciaría de Santa Martha Acatitla y busca acercar al mundo de los presos con el del espectador, es decir la ciudadanía, para de esta manera plantear preguntas y abrir un dialogo actor-espectador (reos-ciudadanos), que permita reintegrar a los reclusos al tejido social.
En un futuro se busca ampliar la iniciativa con el apoyo del gobierno local y la subsecretaría del Sistema Penitenciario.
En la actualidad se amplía el apoyo de las Organizaciones no Gubernamentales (ONG), la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal y empresas privadas para buscar a largo plazo crear una sede que los internos liberados puedan manejar convirtiéndose así en 'un puente eficaz para su reinserción a la sociedad', concluye en su artículo Itari Marta.
