Habla del narcotráfico. El presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa durante su participación en la 66 sesión de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.
El presidente Felipe Calderón intervino en la Asamblea General de las Naciones Unidas y afirmó que el crimen organizado mata más gente que todos los regímenes dictatoriales juntos.
"A todos sorprenden las docenas o cientos o los miles de muertos que genera un régimen autoritario y represor y por supuesto que nosotros también lo repudiamos, pero hoy debemos tener conciencia, amigas y amigos, que el crimen organizado, hoy en día, está matando más gente y más jóvenes que todos los regímenes dictatoriales juntos en este momento", advirtió.
El mandatario mexicano urgió a las naciones consumidoras de droga a reducir la demanda y a adoptar mecanismos que lleven a reducir las exorbitantes ganancias que deja el narcotráfico en las redes criminales. Paralelamente, urgió a Naciones Unidas a hacer valer el tratado internacional que pugna por controles para frenar la venta ilícita de armas.
Calderón afirmó también que México está haciendo su parte y combatiendo al crimen organizado en todas sus manifestaciones con la energía debida. Dijo que el poder de la delincuencia es más fuerte que muchos gobiernos, no ciertamente que el que él encabeza, pero deriva de dos factores fundamentales: las rentas exorbitantes que arroja el tráfico de drogas y el acceso ilimitado a la compra de armas de alto poder.
Preguntó a la asamblea la razón por la cual los criminales pueden tener acceso a AK-47, R-15, granadas y lanzamisiles. "La razón para mí, después de combatir fuertemente a los criminales y después de decomisar 120 mil armas en cinco años, se resume una sola palabra: la razón es el lucro irrefrenable de la industria armamentista que ve en cada guerra, sea una guerra civil en un país lejano o una batalla entre criminales, la oportunidad de vender más esas armas", sentenció.
En ese tono, el presidente consideró urgente adoptar controles serios, en países productores y vendedores de armas de alto poder para que no sigan alimentando los arsenales de los delincuentes.
Al respecto, Calderón dijo que la ONU tiene "chamba" que hacer y debe continuar impulsando el Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas y evitar su desvío hacia actividades prohibidas por el delito internacional.
Para Calderón, el crimen organizado se alimenta de las exorbitantes ganancias que genera le venta de drogas ilícitas en el mundo.
Desgraciadamente, dijo, la demanda de drogas sigue creciendo, escenario que significa que mientras sigan existiendo consumidores de drogas dispuestos a pagar decenas de miles de millones de dólares por sus adicciones, el financiamiento a la actividad criminal seguirá teniendo ahí su principal fuente. "México hace su parte: combatiendo al crimen en todas sus manifestaciones con energía, pero es necesario, ahora más que nunca, que países consumidores de droga realicen acciones efectivas para disminuir radicalmente su demanda", planteó.
