Estados Unidos "suavizó" su reacción al ataque contra dos agentes de migración y aduanas, que provocó la muerte de uno de ellos el pasado martes.
El almirante James Winnefeld, jefe del Comando Norte, el órgano militar encargado de la seguridad territorial de Estados Unidos, afirmó ayer que la muerte del agente Jaime Zapata "es una de las muchas tragedias ocurridas en la lucha que compartimos con México contra las organizaciones criminales".
Winnefeld recordó que mientras Estados Unidos perdió un agente, "nuestros socios mexicanos han perdido cerca de 2 mil agentes de sus fuerzas de seguridad".
Los comentarios del jefe militar, publicados en su blog oficial, se dieron luego de que la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, afirmara que el crimen "es intolerable" y una agresión contra todas las fuerzas de seguridad estadounidenses.
Jaime Zapata y Víctor Ávila, agentes de la Oficina de Aduanas y Control Migratorio (ICE) fueron atacados por un grupo armado cuando viajaban por carretera de San Luis Potosí a la Ciudad de México el 15 de febrero.
Ávila sobrevivió y declaró que su Suburban blindada había sido "emboscada".