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'Me dan miedo las calles vacías'

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YOHAN URIBE JIMÉNEZ

Cuando la lagunera Sandy Meléndez se comunicó ayer a la Embajada de México en Japón, para solicitar información del vuelo que las autoridades ofrecen para llevar a los ciudadanos mexicanos de regreso al país, la única respuesta que recibió fue "Revise la página de Internet o de Facebook, ahí está la información".

A una semana de que la tierra del sol naciente probara la fuerza de la naturaleza, con el devastador terremoto, el incontenible tsunami y en los últimos días la contingencia de los reactores nucleares de Fukushima, la diseñadora lagunera empieza a sentir el miedo de las calles vacías, sus vecinos encerrados y la falta de víveres y agua.

"Con las compras de pánico hace unos días hasta había filas en los supermercados para comprar comida, ahora la cuestión es que ya no hay, ni si quiera por Internet se puede comprar nada. Ayer hubo una réplica del terremoto, pero éstas ya no asustan tanto como el temor a la radiación o quedarse sin comida".

Calles vacías, personas con el rostro de la incertidumbre asomándose discretamente a las ventanas del vecindario, y los ojos de los habitantes de Saitama, la ciudad donde vive la diseñadora lagunera, ubicada a unos 80 kilómetros de Tokio, es un panorama que empieza a desesperar a la joven lagunera que ya quiere regresar a casa.

Luego de que a través de cuenta de Twitter, medios de comunicación mexicanos informaran la falta de atención que la Embajada de México en Japón tuvo con la diseñadora lagunera, la joven recibió una llamada de la embajada para informarle que el vuelo a México salía en unas horas, por lo que ya no alcanzaría a trasladarse al aeropuerto.

Además de tratar de tranquilizarla diciendo que la emergencia ya estaba siendo controlada y que la contingencia nuclear estaba pasando, Sandy no recibió respuesta concreta de la embajada que le informara cuándo y en qué consistían los apoyos de la embajada para los mexicanos que quisieran tomar la ruta de regreso a casa.

Como la emergencia en la isla, Sandy adquiere un nuevo rostro con el paso de cada minuto, ella al igual que cientos de miles de habitantes del Japón, duermen pocas horas, mantienen su atención a las noticias e informan al mundo a través de las redes sociales, que durante esta emergencia internacional sencillamente han permitido tener contacto con los seres queridos, dice la joven lagunera,

"Nos ha tranquilizado un poco que las noticias locales informan que el vertido de agua ha logrado disminuir los niveles de radiación en Fukushima, y que ahora sí es cierto que la emergencia está pasando, por lo que hemos tomado la decisión de quedarnos, es muy difícil dejar el patrimonio que has formado con muchos años de trabajo", comentó anoche Sandy en comunicación vía Skype.

Con la voz más serena y el optimismo agitando sus palabras, la diseñadora lagunera agradece a todas las personas que a través de su cuenta de Twitter le han manifestado su apoyo y muestras de solidaridad y se despide en espera de poder ofrecer mejores noticias mañana, desde el azotado imperio del sol.

Descartan alarma global

La crisis nuclear en la planta de Fukushima 1 en Japón no representa hasta ahora una alarma internacional, pues es una problemática local, opinó Juan Azorín Nieto, experto en seguridad radiológica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El profesor investigador, adscrito al Departamento de Física, rechazó en un comunicado que de momento ese país esté al borde de una catástrofe nuclear.

Refirió que la Agencia Internacional de Energía Atómica ha clasificado este accidente en el nivel cuatro en una escala de siete, el cual se define como un percance con consecuencias de alcance local, mientras el seis tiene mayor alcance y es cuando hay liberación de material radiactivo.

Aseveró que la producción y utilización de esa energía es segura, 'pero causa temor por su desconocimiento', y expresó que 'sí hay que tenerle respeto'. El temor, refirió, se debe a que su carta de presentación no fue grata con las explosiones de las bombas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial, en Hiroshima y Nagasaki, en 1945. Recordó que el accidente de Three Mile Island, en 1979, en Estados Unidos, fue clasificado en el nivel cinco; Chernobyl, en la antigua Unión Soviética, en 1986, fue nivel siete, considerado un accidente grave. Desde su perspectiva, las lecciones que se aprendan sobre este evento deben ser revisadas con cuidado y tomadas en cuenta tanto en la Central de Laguna Verde como en las que se construyan en el futuro en el país.

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Escrito en: Terremoto Japón

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