Cumpleaños. El pasado tres de febrero, don Blas García cumplió 99 años de edad, y lo celebró al lado de su familia.
Don Blas llegó a sus 99 años de edad, lleno de recuerdos. Y también con siete hijos, dos hijas, 21 nietos, 20 nietas, 40 bisnietos, 21 bisnietas, y una tataranieta. "Me gustaría vivir por lo menos otros 200 años", dice.
Sus manos le tiemblan todo el tiempo pero dice que no le duele nada: escucha y ve perfectamente. Camina ayudado por un andador, y el sentido del gusto no lo ha perdido porque le encanta comer, es una de las cosas que aún disfruta día a día.
La historia de don Blas García Cabrera está llena de recuerdos y anécdotas, pues es el último ejidatario de 267 que había en la comunidad de Mayrán, en San Pedro de las Colonias. Fue uno de los beneficiarios del Reparto Agrario cuando Lázaro Cárdenas era presidente de México.
Don Blas recibió 3.5 hectáreas y aún las conserva, sólo que ahora las trabaja uno de sus hijos. Hace seis años, recibió 38 mil pesos correspondientes a los ahorros que le entregó el Gobierno de Estados Unidos, porque trabajó de "brasero" de manera legal en ese país.
FIESTA
Llega lleno de alegría a sus 99 años, y dice que le gustaría vivir otros 200 cuando menos. Su hijo, José Mercedes, le hizo una pequeña fiesta el pasado tres de febrero, justo el día de su cumpleaños.
En su fiesta hubo su comida preferida: caldo de cabrito, y no podían faltar ni el pastel ni los globos.
"Me siento muy bien, no me duele nada. Trabajé hasta que pude, pero ya tengo rato que no hago nada. Fui campesino, ejidatario de Mayrán. En ese tiempo conocí a Lázaro Cárdenas, él nos sacó de trabajar para los españoles".
Hasta que Lázaro Cárdenas repartió las tierras, los campesinos pudieron contar con un patrimonio propio, comenta.
Su esposa, doña Lázara Altamirano González, murió hace 20 años, a la edad de 77 de un paro cardiaco.
Cada día que pasa extraña más y más a su esposa.
"Creo que fui un buen esposo porque nunca le pegué, y traté de educar a mis hijos lo mejor posible, y de todos estoy muy orgulloso y agradecido porque me cuidan mucho".
Dice que su hijo, José Mercedes, lo baña y lo abriga muy bien todos los días.
Sus hijos son: Candelaria, Filomena, José, Carlos, José Mercedes, Lázaro, José Pilar, Hermilo, y Lucio.
Don Blas no sabe a qué se debe su larga vida, pues cuando era joven antes de desayunar ya se había fumado por lo menos unos siete cigarros, más los que se acumulaban durante el día.
También reconoce que de vez en cuando se emborrachaba. "Mi madre también tuvo una larga vida, se murió hasta los 80 años, y no fue porque estuviera enferma sino porque las fuerzas se le acabaron".
Todas las noches le da gracias a Dios, por permitirle estar con vida, y jamás olvida rezar esta oración: "Mi dulce Jesús querido, Dios grande, Dios de pureza, con toda mi alma me pesa tanto haberte ofendido...".
Y también canta todas las noches el Ave María, aunque reconoce que ya no tiene tan buena voz como cuando era joven.
Sus hermanos tampoco viven, pero de todos guarda gratos recuerdos.
A sus 99 años, todavía disfruta de la vida. Dice que le gusta mucho comer.
"Siempre me hacen todo lo que me gusta".
A los jóvenes, don Blas les recomienda ser buenas personas y no tomar ni fumar para tener una larga vida, pero sobre todo agradecer a Dios cada día por todas sus bendiciones.
"Tengo ganas de vivir muchos años más", comenta.
ORGULLOSO
José Mercedes García Altamirano dice que se siente orgullo de su padre.
"De todos sus hijos, sólo a dos nos pudo dar una educación porque su situación económica no se lo permitió, y estamos muy contentos de que siga entre nosotros y queremos que viva muchos años más".
BLAS GARCÍA
Ejidatario