Mal. Mujeres provocan síntomas físicos y generan cuadros de enfermedades a sus hijos para que éstos sean hospitalizados. EL SIGLO DE TORREÓN
El menor llegó en diversas ocasiones al Instituto Nacional de Pediatría (INP) con crisis de hipoglicemia, baja de azúcar en la sangre, hasta que los médicos descubrieron que era provocado por su madre, quien le inyectaba insulina.
Este es uno de los 18 casos detectados en cuatro años en México del Síndrome de Munchausen por poder, en el que mujeres provocan síntomas físicos y generan cuadros de enfermedades a sus hijos para que éstos sean hospitalizados, una modalidad de maltrato infantil.
La Secretaría de Salud dio a conocer que los casos se descubrieron en la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado (CAIN) del INP, que están siendo estudiados ya que es poco conocido entre la comunidad médica, y diagnosticarlo es difícil porque la actitud del perpetrador -casi siempre la madre- es de abnegación y preocupación hacia la salud de la víctima.
Arturo Loredo Abdalá, coordinador de CAIN, dijo que este síndrome es una de las formas poco conocidas de maltrato infantil que consiste en que "ante la alteración mental que sufren algunas madres jóvenes, éstas provocan síntomas físicos a sus hijos como vómito, diarrea, elevar la temperatura corporal o disminuir los niveles de azúcar en sangre, entre otros, ocasionando que el menor requiera hospitalización y estudios".
Contó que "este síndrome se presenta en madres jóvenes de 25 a 30 años, con una personalidad especial, son personas inteligentes con conocimiento de términos médicos y síntomas de enfermedades, amables y atentas en el cuidado del pequeño durante su estancia en el hospital, haciendo difícil sospechar que sean ellas quienes causen la enfermedad de su hijo".
Loredo Abdalá detalló que "estas madres de familia agreden a sus hijos provocándoles alteraciones orgánicas por el suministro de medicamentos que los llevan a hospitalización".
Agregó que una vez internado el niño informan al médico sobre los síntomas que ha presentado su hijo, ya que llevan una bitácora con fecha y hora del proceso de la supuesta enfermedad, además entienden perfectamente los términos médicos, inclusive pueden sugerir posibles padecimientos de acuerdo con el cuadro que presenta el menor. Los médicos realizan estudios al pequeño para hacer el diagnóstico, y al no encontrar nada anormal, son dados de alta.
El especialista indicó que "este tipo de escenarios se repiten consecutivamente, es decir, los niños vuelven a ingresar por los mismos síntomas o por otros. Tuvimos un caso de un niño que llegaba al hospital con una crisis de hipoglicemia, la cual era provoca por la madre porque le inyectaba insulina".
Es común, comentó, que alteren las muestras de análisis clínicos al contaminarlas con materia fecal, sangre del niño o de ella, lo que lleva al médico a practicar otros estudios.