En lo que pareciera la puntilla para las aspiraciones de los trabajadores de Mexicana de Aviación de recuperar su empleo, desde Morelia, el miércoles pasado, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome, deslizó que ninguna de las tres punteras en la pelea por el rescate de la empresa aérea reúne las condiciones de solvencia.
Petardo, otra vez, ahora por parte de TG Group, Avanza Capital y el jugador solitario llamado Iván Barona, a una semana escasa de vencerse el segundo y definitivo aplazamiento para el sí o no al concurso mercantil de la compañía pionera de la aviación comercial en México.
A menos que sucediera un milagro -decía el cronista Fernando Mares que el último minuto también tiene 60 segundos-, pues, pareciera que no hay más salida para Mexicana que la quiebra ordenada.
En el largo vía crucis la firma se topó hoy con una rigidez total de la autoridad, tras el engaño infantil de que fueron objeto el ex secretario del ramo, Juan Molinar Horcasitas, y el del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, por parte de PC Capital. Lo cierto, sin embargo, es que lanzada la andanada de saliva, promesas de humo, proyectos en el aire y demás etcéteras, cuando Pérez-Jácome habla de insolvencia se refiere a un escenario mínimo, vamos el más simple.
La última posibilidad de Mexicana de Aviación hablaba de un modelo de negocio de precariedad total, en que entrarían en juego sólo ocho aviones: siete en ejercicio y uno de reserva, lo que obligaría a despedir tres cuartas partes del personal actual de ocho mil 500 trabajadores.
La firma se olvidaría del plano internacional, para centrarse en rutas domésticas, en afán de recuperar de lo perdido lo que aparezca.
Y ni así, por más que el principal problema es enfrentar los colosales pasivos de la empresa, entre ellos la exigencia de liquidar a la totalidad de los trabajadores para un eventual borrón y cuenta nueva. En el inaudito, se da el caso de que el TG Group presumía de inyectarle a la compañía 500 millones de dólares... que sólo existían en su imaginación. El supuesto banco de inversión que lo financiaría, Lion Capital, no está registrado en la Cámara de Comercio de los Estados Unidos. La razón social aparece como consultoría privada.
Y ni de dónde rastrear antecedentes empresariales de Avanza Capital como empresa, o Iván Barona como persona física.
Naturalmente, el anuncio oficial de la quiebra ordenada de Mexicana desatará una airada reacción de sus tres sindicatos, en un escenario en que se les acaba de dar un atenuante a su furia, al aceptar la Procuraduría de Justicia capitalina una demanda por daños y perjuicios contra PC Capital por retrasar, y con ello "mosquear", la posibilidad de regreso a las pistas de la compañía.
Lo curioso del caso es que se dejó en el aire otro reclamo previo, éste contra el que fuera accionista mayoritario de la empresa, Gastón Azcárraga Andrade, a quien se acusa, a su vez de endeudarla al infinito, para después emprender la graciosa huida.
Ante la pasividad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, encabezada en su momento por Luis Téllez y más tarde por Juan Molinar Horcasitas, el también dueño de la cadena de hoteles Posadas contrató préstamos gigantes lo mismo con el Banco Mercantil del Norte (Banorte), que con el Banco Nacional de Comercio Exterior.
En el primer caso la garantía fueron los bouchers firmados por la clientela para vuelos futuros, vía una alocada campaña de gangas y promociones. En el segundo nueve aviones 320 propiedad de la empresa. Adicionalmente, Azcárraga acumuló líneas tras líneas de crédito por parte de Aeropuertos y Servicios Auxiliares y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuyo monto alcanza mil 500 millones de pesos.
Lo grave del caso es que la flexibilidad de los titulares de una y otra instancias oficiales, Gilberto López Meyer y Héctor Velázquez, contrasta con el trato otorgado a otras aerolíneas, Aviacsa, por ejemplo. Y lo grave del caso, además, es que el Bancomext le haya extendido a su vez un crédito de 930 millones de pesos, en un escenario en que los números de la compañía no acreditaban ya ninguna posibilidad de pago.
De ahí la pelea brutal de los trabajadores en defensa de los nueve aviones pignorados.
Mexicana, empresa emblemática del país, tradición de décadas, orgullo alguna vez de los trabajadores, a la quiebra.
BALANCE GENERAL
En convocatoria al inaudito, está latente la posibilidad de una huelga de los trabajadores de Caminos y Puentes Federales de Ingresos, a cuya vera se cerrarían 3 mil 500 kilómetros de carreteras de cuota en manos del Gobierno Federal. La rendija: la abrió la insistencia de la paraestatal a cargo de Tarcisio Rodríguez, de convocar a la contratación de un patrón sustituto. De hecho, el procedimiento ya está en marcha.
La idea es que éste cancele los contratos colectivos y/o individuales, lo que representaría la muerte de los sindicatos.
La licitación tiene la clave LA-009SOO-N17-201.
Quien diseñó lo que parece una provocación a la solidaridad gremial, fue el director de operación de Capufe, Agustín Muciño.
El proceso está listo para finiquitarse en 15 días.
Naturalmente, el golpe colocó en alerta roja al Sindicato Nacional de Trabajadores de Camiones, Tramos, Construcciones Federales y Conexos, que encabeza Carlos Manuel López, quien de entrada ya solicitó un amparo ante el Segundo Tribunal Colegiado del DF en materia laboral.
El escenario obligó a su vez a cerrar filas al Sindicato de Trabajadores en la Actividad Comercial y sus Derivados, quien mantiene el contrato colectivo de la llamada Red Contratada, que por lo pronto ya convocó a una huelga para el próximo domingo en el tramo México-Tizayuca-Pachuca.
El escándalo alcanza al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, como la mano que mece la cuna.
Ping pong
¿A QUIÉN LE CREE USTED?
De acuerdo a la cadena de restaurantes Italianni's, en diciembre pasado se ganó en definitiva un pleito judicial a la cadena de franquicias Alsea que le obliga a ésta a comprar sus establecimientos, en cumplimiento de un contrato, cubriendo mil 350 millones de pesos más intereses de 9% anual, además del pago de costos del juicio.
De acuerdo a Alsea, la sentencia sólo la obliga a un pago de 600 millones por los restaurantes y a cargar con un pasivo "por concepto de franquicia" aún no determinado, señalando además que la sentencia no es definitiva.
De acuerdo a Italianni's, propiedad de Italcafé, el juicio arbitral promovido de común acuerdo con las partes, se resolvió a su favor, condenándose a Alsea a no participar ya con la franquicia California Pizza Kitchen en México, lo que la obliga a vender sus acciones en ella.
De acuerdo a Alsea, no existe ninguna resolución que la obligue a cumplir con el contrato de la discordia, aunque sí a vender sus acciones de la sociedad franquiciaria con sede en California.
La pelea, pues, está al rojo vivo.
