Heriberto López dio la cara por la delegación anfitriona y se colgó la medalla de oro en la modalidad de mano individual trinquete.
Luego de dos derrotas en finales para México en el frontón de los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, Heriberto López dio la cara por la delegación anfitriona y se colgó la medalla de oro en la modalidad de mano individual trinquete.
Con gran determinación el actual monarca de la Copa Mundial de Francia se impuso al cubano Darien Povea con parciales de 15-5 y 15-6 para convertirse en el mejor exponente de esta disciplina en el Continente Americano.
Muy decidido salió a la cancha López, quien demostró porqué México es potencia en este deporte y sin problema alguno fue dejando atrás a su rival.
Los tres primeros puntos se los adjudicó con su saque. En un principio el cubano demostró una buena técnica y respondió, pero poco a poco el pelotari anfitrión hizo gala de su experiencia mundial y empujado también por el público salió avante.
En menos de 15 minutos se adjudicó el primer set, y para el segundo todo le salió bien, cada una de las bolas que golpeaba eran un punto por lo que la desesperación fue evidente en el isleño, que cometió muchos errores, voló un par y abanicó muchas otras.
Más motivado no podía estar el tres veces campeón en Copas del Mundo (Pamplona 2002, México 2006 y Francia 2011), quien contó con el apoyo de su hijo, que no paró de gritar.
Con el punto final más que cantado, López corrió a abrazar a su hijo para algarabía de la afición, ya que además de darle el primer oro al país en este deporte, se igualó el récord histórico de México en una justa, pues en Mar de Plata 1995 se lograron 23 preseas doradas.
Esta cifra podría incrementar, ya que la delegación nacional tiene cuatro finales mas esta tarde en frontón.
