La Selección Mexicana de Futbol entrenó la mañana de ayer en las canchas alternas del Estadio Pizza Hut Park, previo a su encuentro contra El Salvador el próximo domingo en el marco de la Copa Oro 2011. (El Universal)
Frisco, Texas.- Poseen la llave que abre la bóveda dorada. Celosos guardianes de un trofeo codiciado por todos en la Concacaf, aunque sólo alcanzable para unos cuantos.
José Manuel de la Torre mezcló experiencia, talento y hambre de gloria. El resultado es un grupo de futbolistas que se complementan dentro y fuera de la cancha. Su objetivo inmediato es el bicampeonato en la Copa Oro, logro que podría otorgar la anhelada paz durante el resto del proceso que tiene como meta central el Mundial Brasil 2014.
Ocho de los 23 elegidos por "El Chepo" ayudaron a recuperar la áurea corona hace un par de años, éxito que inyectó de ánimo al Tri de Javier Aguirre, pese a que el torneo no ofrecía un jugoso premio deportivo, ese que sí habrá en la edición que arranca el próximo domingo. Participar en la Copa Confederaciones 2013 es una recompensa que seduce a los integrantes del equipo nacional.
Eso explica la seriedad con la que enfrentan un certamen que históricamente le es incómodo a México, debido a que ganarlo siempre es considerado materia obligatoria, por lo que el maremágnum se da al no conseguirlo.
"Veo bien al grupo. Está muy concentrado, comprometido, trabajando muy fuerte", presume el director técnico tricolor. "Por supuesto que sabe que vamos a enfrentar una competencia que no será fácil...".
El bagaje es clave en este tipo de misiones... Al Tricolor le sobra. Sólo 10 de sus jugadores no han participado en Copas del Mundo, aunque el meta Guillermo Ochoa y el zaguero Jorge Torres Nilo ya formaron parte de un grupo que asistió al máximo evento balompédico.
Rafael Márquez y Gerardo Torrado son los líderes naturales. Tres veces mundialistas (2002, 2006 y 2010), cada uno con más de 100 partidos jugados en la Selección, aportan temple a un grupo que tiene en la irreverencia de los jóvenes un auténtico tesoro.
El Káiser de Michoacán, Javier Hernández y Antonio Naelson, titulares indiscutibles para De la Torre, no participaron en el último duelo de preparación, contra Nueva Zelanda, lo que permitió al estratega explorar opciones de cara a posibles imprevistos.
"Tengo claro que esas circunstancias que se han presentado con los jugadores nos dan la oportunidad de que los demás tengan participación y que eso nos pueda fortalecer en todos los aspectos", valora. "El equipo sigue funcionando de una manera buena, pudiendo mejorar en todos los aspectos, porque, entre quien entre, hay que tratar de que se vea el mismo futbol: buscar tener llegadas, esa contundencia que nos haga ganar".
Todos lo entienden así, al igual que el compromiso de priorizar el lucimiento colectivo sobre el profesional. Adjudicarse el certamen por sexta vez en la historia es el objetivo.
"Queremos que México gane. Aquí nadie quiere figurar, ser héroe, símbolo, ni mucho menos", explica "El Chicharito" Hernández. "Queremos que la Selección avance y haga buenos partidos".
Situación que les permitiría conservar la llave que abre las puertas de la lujosa bóveda dorada.
LESIÓN DE GIO NO ES GRAVE
La lesión que sufre Giovani dos Santos no es grave. El atacante no entrenó al parejo del resto de los futbolistas por la mañana debido a padecer un problema en la parte posterior del muslo derecho, pero los estudios que le fueron realizados arrojaron que es un simple golpe.
El campeón mundial Sub-17 podrá participar en el juego del próximo domingo, ante El Salvador, debut de México en la Copa Oro 2011.
Entrena el Tri frente al calor de los aficionados
La alegría de los aficionados que observan la práctica tricolor se desvanece cuando ambulancia y camión de bomberos llegan a uno de los estacionamientos del Pizza Hut Park. El intenso calor ha cobrado su primera víctima. Es mujer. La sorpresa es mayúscula entre los aficionados ahí reunidos.
Los casi 40 grados de temperatura son demasiado para una de las muchas chicas que acuden impulsadas por el anhelo de conocer a Javier Hernández, a Guillermo Ochoa, a Rafael Márquez. La fanática se recupera y se integra sin problemas al grupo de entusiastas observadores del trabajo que realiza la escuadra tricolor. José Manuel de la Torre vuelve a carecer de la privacidad que gusta a todos los entrenadores.
