Positivo. De acuerdo con el representante en México de la segunda calificadora más grande del mundo, Alberto Jones, para 2011 es previsible un crecimiento económico de 3 por ciento. EL UNIVERSAL
Alberto Jones, director general de Moody's, reconoció que esta calificadora evalúa los impactos que tendrá la inseguridad en la economía nacional. Aclaró que a pesar de la violencia no se prevé una modificación en la calificación de grado de inversión; aun cuando el crecimiento económico del país está "encadenado" por la falta de reformas estructurales.
"Para Moody's la inseguridad y la violencia son temas de los que estamos pendientes. Pero para hacer un juicio, es necesario tener referencia del impacto que tuvo en otras naciones", dijo el directivo de Moody's.
En este momento, explicó, el único caso es Colombia y en esa nación, el efecto de la inseguridad en el Producto Interno Bruto (PIB) fue de tres puntos de caída en un periodo de 10 años. Es decir, si se podía crecer a ritmos de 6%, el avance fue de 3%... "y eso sí es delicado", recalcó.
Pero eso no significa que en México ocurrirá lo mismo. "Aquí hay que distinguir un problema nacional, local y regional".
En términos nacionales, al país le va mejor. Hay más empleo, la manufactura impulsa a la economía, aunque todavía con moderación, las exportaciones crecen y el gasto en inversión es otro detonante.
En entrevista, el representante en México de la segunda calificadora más grande del mundo afirmó que para 2011 es previsible un crecimiento económico de 3%.
Pero a nivel regional o local, hay zonas en donde si se mide la actividad económica, sería muy baja, debido a los efectos de la delincuencia.
El país mantiene seguro el grado de inversión.
Alberto Jones aseguró que a pesar de la inseguridad y el bajo crecimiento, se descarta un ajuste en la calificación para el país de 'Grado de Inversión Baa1'.
"Y no planeamos revisarla. México es un país muy adentro del grado de inversión... y eso para Moody's significa que tiene las condiciones para enfrentar choques externos", comentó.
La mejor evidencia de ello, dijo, es que en 2009 se preservaron las condiciones de estabilidad y de actividad económica.
El directivo recalcó que México cuenta con una fortaleza institucional importante que proviene de una adecuada política monetaria y económica.
"Es cierto que se debe corregir la notable debilidad fiscal... pero ésta se compensa por factores que, a juicio de Moody's, permiten que el nivel de riesgo relativo de la deuda se compare con países como Rusia.
En este momento, destacó, tampoco hay ninguna evidencia de que se registrará un nivel de gasto irresponsable el próximo año; por eso México sigue con buena calificación. Sin embargo, advirtió que el "ancla" en el crecimiento provocará que el país se compare más desfavorablemente con economías pares. Y cuando esta comparación sea tan aguda que el país ya no se vea cómo "Baa1"... lo pondremos en revisión.
Para Alberto Jones, uno de los mayores desafíos para el país es que "el crecimiento económico está encadenado porque no se concretan reformas estructurales, como la fiscal y la energética".
Reveló que de 2005 a la fecha, el Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil avanzó 142%, el de México 14%. "Y si nos comparamos con otros países latinoamericanos, se registra una situación similar... porque ahí sí se hizo la tarea de desregulación y de liberación de algunos mercados para que operen de manera más eficiente".
Reconoció que los riesgos que podrían alterar las metas de crecimiento son: la importación de inestabilidad en los mercados financieros o movimientos repentinos que generen volatilidad. "Pero tendría que ser un escenario de una enorme inestabilidad que paralice la inversión... y eso se ve muy lejano".
Piden apoyar reformas
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) solicitó a los partidos y aspirantes a cargos públicos no obstruir la discusión de las reformas estructurales, e impulsar su aprobación.
El presidente del organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, consideró lo anterior debido a que 2011 será un año con una intensa actividad política por las elecciones para seis gubernaturas, así como por la sucesión presidencial en 2012. 'La dinámica electoral no debe contaminar este proceso, ni el funcionamiento óptimo de los programas y políticas públicas, en los tres niveles de Gobierno. Los ciudadanos debemos estar atentos para que los recursos de las distintas dependencias y programas gubernamentales no se utilicen para fines partidistas', dijo.