Lealtad. El presidente montó una yegua para bajar del Castillo de Chapultepec hasta el pie del cerro para evocar la escena en que Francisco I. Madero recorrió el Paseo de la Reforma hace 98 años. EL UNIVERSAL
El general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional (Sedena), afirmó que México demanda la lealtad de todos, civiles y militares, con la patria y de antemano garantizó que los mexicanos pueden tener la certeza que bajo cualquier circunstancia serán leales al país.
Ante el presidente Felipe Calderón, en la ceremonia de la Marcha de la Lealtad, en el Castillo de Chapultepec, acompañados por los poderes Legislativo y Judicial, Galván reprochó a los delincuentes que trafican con droga. "A México todos, todos lealtad", afirmó el general como última frase de su discurso, ante cadetes, militares, generales, agregados militares extranjeros y niños de escuelas.
Incluso, Calderón entregó reconocimientos a familiares de soldados caídos en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia.
"El pueblo confió en (Francisco I.) Madero, y Madero correspondió con virtud. A Madero lo ultimó la traición. Nunca más otro craso error como el de Huerta, nunca más otra intromisión proterva. Los mexicanos pueden tener la certeza, bajo cualquier circunstancia, que sus fuerzas armadas somos leales", dijo el general. Y aseguró que el soldado es leal o no es soldado.
Galván arremetió contra quienes delinquen con drogas o secuestran y por ello son desleales a la patria.
"Ninguna persona, familia o comunidad que se precie realmente de serlo puede consolidarse sin este bastión axiológico (de la lealtad). Quienes viven equívocos en el mundo de la ilegalidad, cualquiera de las formas en que ésta se presente, son entes con marcada deslealtad", dijo. "No puede ser ciudadano, esposo o padre o hijo leal a la familia si se cruza la puerta del hogar para envenenar a sus semejantes con drogas, para privarlos de su libertad o para asesinarlos".
El general sostuvo que no cabe en el hombre lealtad alguna cuando copta familiares, amigos o personas ingenuas y encausa la vida de estos al margen de la ley.
"¿Qué lealtad posee una autoridad cuando por conveniencia, apatía, omisión o tolerancia apoya y encubre al cáncer delincuencial?", preguntó.