Christian Benítez jugó con Ecuador pero para fortuna de los mexicanos no se hizo presente en el marcador.
México y Ecuador empataron a un gol en juego de preparación celebrado en el estadio Qwest Field de Seattle, Estados Unidos.
El equipo mexicano abrió el marcador por conducto de Jorge Torres Nilo al minuto siete pero Michael Arroyo empató a los 37, en un partido digno del olvido, que sólo sirve para las estadísticas, porque de espectáculo hubo poco, casi nada.
Ahora México viajará a Denver para jugar contra Nueva Zelanda, para cerrar así con sus encuentros amistosos de cara a la Copa Oro.
El primer tiempo prometió muchas cosas, pero pocas se cumplieron.
Es verdad que el equipo mexicano tuvo la pelota, es verdad que el Tri fue el que dominó en más sectores de la cancha y es verdad que la selección se puso arriba en el marcador con gol de Jorge Torres Nilo que debía ser de Héctor Moreno.
Lo que también es verdad es que el equipo de José Manuel "Chepo" de la Torre terminó pocas jugadas; que el conjunto quiso aparecer pero prevaleció el esfuerzo individual y en defensa, es cierto también, se llegó poco, pero se dieron algunas facilidades que propiciaron el gol del empate.
Los hombres y el parado que mandó el técnico José Manuel de la Torre a la cancha no fue ninguna sorpresa.
En defensa se confía en la línea de cuatro más la solidez de dos contenciones de la calidad de Gerardo Torrado e Israel Castro.
En el ataque, todo está basado en la circulación de la pelota comandada por Antonio Naelson "Sinha", dos alas muy abiertas, Pablo Barrera y Andrés Guardado más un solo punta: Aldo de Nigris.
Decir que México no generó, sería falso, que quizá debió meter más de un gol en la primera mitad, también lo es, pero no generó el suficiente peligro ofensivo para salir satisfecho. Mucho toque de balón, pero poca profundidad.
Andrés Guardado por la izquierda fue quien comenzó con mucho ímpetu, pero Pablo Barrera por la derecha fue quien acabó siendo más activo, al desbordar cuantas veces quiso al viejo conocido Walter Ayoví.
El gol fue justo premio de quien presionó más de inicio. Jorge Torres Nilo en la línea de meta empujó una pelota previamente cabeceada por Héctor Moreno.
A partir de ahí Ecuador quiso responder, a base de fuerza física y velocidad hicieron que Torrado y Castro aceleraran el paso. No le llegaron mucho a Memo Ochoa, quien se vio confiado y en buena posición, pero dejaron acercarse al delantero de San Luis, Michael Arroyo, quien sacó un tremendo rayo que se incrustó en el ángulo superior izquierdo de la portería mexicana.
El gol cayó como un balde de agua fría a México, que bajó el ritmo, un ritmo que no pudo volver a recuperar.
Ante esto, Ecuador decidió que el empate era lo mejor que podía pasar, no sólo en la primera parte, sino en el resto del juego.
En los segundos 45 minutos el músculo fue el que predominó. Antes de que comenzaran la danza de los cambios, poco se generó. "Sinha" se perdió entre patadas y México perdió su peligrosidad.
Barrera siguió con el intento, pero nadie le hizo segunda. Los cambios no mejoraron el juego y terminaron perdiéndolo en un partido más, que sirve al "Chepo" de la Torre para salir de dudas de cara a la Copa Oro y a la Federación Mexicana de Futbol para que entre más dinero a las arcas.
Gris ensayo ante un combinado con mayor potencial que casi todos los participantes en el torneo de la Concacaf, aunque no superarlo fue otro mazazo para el "Chepo" y sus futbolistas, similar al de hace dos meses, cuando igualaron con Venezuela.
De la Torre aún no pierde como máximo responsable del banquillo tricolor. Detalle que a pocos interesa, en especial tras las falencias mostradas contra un equipo que tiene en la potencia física su principal cualidad.
