El lagunero Oribe Peralta anotó el primer gol para la Selección Mexicana en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. El delantero es uno de los refuerzos mayores de edad permitida en este torneo. (Jam Media)
Guadalajara, jal.- Bálsamo que apacigua las llamas que amenazaban consumirlos. Las sonrisas de los tricolores ahora son más grandes, puras, honestas.
El triunfo sobre Ecuador (2-1) en el debut panamericano los ha liberado. Faltan cuatro juegos más para colgarse la medalla de oro; sin embargo, llevarse el primero resultaba fundamental, sobre todo para el entorno de un representativo azotado por la calamidad.
"El equipo venía mentalizado a hacer bien las cosas, trabajar, ser dinámico", presume el refuerzo Jesús Zavala. "Gracias a Dios se logró el resultado y qué mejor que en el primer partido, para agarrar confianza. Ahora, a tratar de seguir sumando en el próximo (ante Trinidad y Tobago mañana (hoy) por la noche)".
Duelo que afrontarán sin tantas cargas extra. Pese a que se mantuvieron estoicos, al menos en el discurso, los futbolistas elegidos por Luis Fernando Tena reconocen la necesidad que tenían de que no se les escapara alguna unidad en su primer cotejo dentro del torneo de Guadalajara 2011.
José de Jesús Corona afirma que la victoria sobre los ecuatorianos fue "muy importante, porque era una gran presión".
"Sabemos que se hablaba bastante de esta Selección, no tanto positivamente, pero estábamos conscientes; teníamos bien claro a lo que venimos y qué bueno que se dio el primer paso, se sacó un resultado positivo, porque era ganar o ganar", sentencia. "Eso te da confianza para seguir adelante".
Sin importar las dificultades que conlleva un calendario apretado, en el que ni siquiera existen 48 horas entre presentaciones.
"Desde antes de venir sabíamos eso (que habría poco tiempo de un choque a otro) y ahora toca la recuperación, descansar y alimentarse bien, poner el mayor cuidado para estar de la mejor forma", asegura el volante del Monterrey. "Es algo difícil, pero tenemos que adaptarnos a todo.... Estamos capacitados para eso".
La femenil no pasa del empate
Algunas no pudieron contenerse y derramaron lágrimas de impotencia. Buscaron camuflajearlas con el sudor, pero el rostro las delató.
Triste velada para la Selección Mexicana femenil. Si no fuera por la árbitro cubana Irasema Aguilera, su situación en el torneo panamericano de futbol estaría todavía más complicada, aunque los postes jugaron a favor del adversario.
El amargo empate frente a Trinidad y Tobago (1-1) le permite ser sublíder dentro del Grupo A. El problema es que cerrará la fase grupal ante la ya clasificada Colombia, auténtica favorita para pelear con Brasil por la medalla de oro.
Nueva cátedra de pundonor... Y falta de imaginación al frente. Al igual que Chile, las caribeñas les dificultaron el partido con orden y rápidos desdobles, veneno para una zaga desconfiada, a la que le pesa la velocidad del césped artificial.
Marlene Sandoval lo demostró con el tibio despeje que provocó el gol trinitario. Frustrada, la espigada central mexicana tiró de su camiseta mientras Maylee Attin-Johnson celebró el inesperado tanto (20'). Pudo hacer mucho más, pero sólo le acomodó el balón a la capitana rival.
El silencio atrapó al estadio Omnilife. Duro golpe a la fe de unas guerreras con sueños de reinas. Caer ante Trinidad y Tobago no estaba en su presupuesto, ni siquiera igualar.
2 PUNTOS
Acumula la Selección Mexicana femenil, por lo que su calificación se ve complicada.
