Miami se pone 3-1 arriba al vencer a Chicago 101-93

MIAMI, FL.- Dwyane Wade no estaba bien, así que LeBron James y Chris Bosh se hicieron cargo del trabajo duro.

Luego Wade encontró el ritmo en el momento justo y el Heat de Miami, el equipo que se armó antes de esta temporada sólo para ganar campeonatos, se puso a una victoria de llegar a la final de la NBA.

James anotó el martes 35 puntos, Chris Bosh aportó 22 y el Heat de Miami se sobrepuso a una desventaja de 11 puntos al inicio para superar 101-93 en tiempo extra a los Bulls de Chicago y ponerse 3-1 arriba en la serie al mejor de siete por la final de la Conferencia Este.

El quinto partido es el jueves en Chicago, cuando el Heat puede asegurarse su primera final desde 2006.

Wade no anotó durante casi 33 minutos seguidos, para luego conectar una canasta de salto con 2:08 minutos en el reloj que aseguró que Miami siguiera arriba. Luego que James aportó otro doble cuando restaban 29 segundos, Wade se esforzó para tapar una bandeja de Derrick Rose en la siguiente posesión de Chicago.

Bosh anotó los primeros cuatro puntos en el tiempo extra y el Heat, que mantuvo su invicto de local en la postemporada tras ocho partidos, ya no estuvo abajo en el marcador.

James definió el partido con dos tiros libres cuando quedaban 1,4 segundos y terminó una noche perfecta en esa categoría, con 13 convertidos.

Mavericks, a un paso de la final

Al día siguiente de una de las más grandes remontadas de los Mavericks, muchas cosas le habrán pasado por la cabeza el martes a Dirk Nowitzki y Jason Kidd.

El entrenador Rick Carlisle les dará algo más en qué pensar para el quinto partido del miércoles: más rebotes, menos balones perdidos y una defensa más fuerte, para que no haga falta una recuperación monumental en los últimos cinco minutos.

Carlisle no espera que su veterana escuadra pierda la concentración después de ponerse 3-1 arriba ante el Thunder Oklahoma City en las finales de la Conferencia Oeste, pero tampoco se quiere arriesgar.

El Thunder, por su parte, puede estar tambaleándose después de desperdiciar la ventaja de 15 puntos que tenía al final del cuarto partido.