Luto. Una mujer norcoreana lleva un ramo de flores a la embajada de su país en Beijing, China, como muestra de duelo por la muerte del líder norcoreano, Kim Jong Il.
La muerte del líder norcoreano Kim Jong-il ha despertado incertidumbre en la comunidad internacional, que se debate entre el temor a un endurecimiento del conflicto nuclear y la débil esperanza de que sirva para la apertura del hermético régimen de Pyongyang.
La alarma es generalizada entre sus vecinos, en especial Corea del Sur, pues ambas naciones se encuentran técnicamente en guerra después de que el conflicto que las enfrentó (1950-1953) terminara con un armisticio y no con un Tratado de Paz.
Poco después de conocerse el fallecimiento, el presidente surcoreano, Lee Muyng-bak, y el de Estados Unidos, Barack Obama, acordaron mantener una estrecha vigilancia sobre Corea del Norte y cooperar para afrontar la nueva situación, según la agencia oficial Yonhap.
Estados Unidos "sigue comprometido con la estabilidad en la península de Corea y la libertad y seguridad de sus aliados", afirmó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reafirmó su compromiso con la paz y la seguridad en la península de Corea, tras conocerse la muerte de Kim Jong-il, quien previsiblemente será sucedido por su hijo, Kim Jong-un.
Ban, de nacionalidad surcoreana, "reafirma su compromiso con la paz y la seguridad en la península de Corea", señaló de forma escueta en un comunicado un portavoz adjunto del organismo internacional, Farhan Haq, sobre la muerte del dictador norcoreano.
La Unión Europea sigue de cerca los acontecimientos en Corea del Norte tras la muerte de Kim, declaró ayer el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que llamó a las autoridades del país a garantizar la paz en la península coreana.
El presidente de Corea del Sur hizo un llamamiento a la calma a sus compatriotas y dijo que "el Gobierno cooperará estrechamente con la comunidad internacional para mantener la paz y la seguridad en la península coreana".
El ministro portavoz japonés, Osamu Fujimura, mostró las condolencias niponas por esta "repentina muerte", con la esperanza de que "no afecte a la paz y la seguridad en la península coreana".
El Gobierno chino, uno de los pocos aliados de Pyongyang, se mostró "impactado" por la muerte de un "buen amigo" y dijo que seguirá apoyando a Corea de Norte para "salvaguardar la paz y la estabilidad" en la región.
Desde Rusia, otro de los pocos "amigos" del régimen norcoreano, Dimitri Medvédev envió sus condolencias a Kim Jong-un por la muerte de su padre, según una escueta nota oficial.
Poco antes, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró, en la primera reacción de Moscú, que su país espera que la muerte de Kim no afecte a las "relaciones de amistad" con Pyongyang.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo sentir un "sincero pesar" por el fallecimiento de Kim Jong-il y aseguró tener plena confianza en la capacidad de los coreanos "de conducir su propio futuro hacia la prosperidad y la paz".
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, afirmó en un comunicado que Kim Jong-il "será recordado como el líder de un régimen totalitario que violó los derechos básicos de los norcoreanos durante casi dos décadas".
El Reino Unido pidió al nuevo liderazgo de Corea del Norte que trabaje "por la paz y la seguridad en la región" y que participe en negociaciones para la desnuclearización de la península coreana.
"Es un momento difícil" para los norcoreanos, según el ministro británico de Exteriores, Willian Hague, pero también puede marcar "un punto de inflexión" para "reconocer que la implicación con la comunidad internacional ofrece las mejores perspectivas para mejorar la vida" de sus ciudadanos.
Francia se mostró "vigilante" ante la muerte y la sucesión de Kim Jong-il y expresó la esperanza de que el pueblo norcoreano "pueda recuperar su libertad algún día", según su ministro de Exteriores, Alain Juppé.
Disparan misil
Corea del Norte efectuó ayer, día en que se publicó la noticia de la muerte de su líder, Kim Jong-il, un ensayo con un misil balístico de corto alcance, disparado en sus costas orientales, anunció la agencia de noticias sudcoreana Yonhap.
"Corea del Norte efectuó un disparo de ensayo balístico de corto alcance esta mañana", dijo una fuente gubernamental sudcoreana citada por Yonhap.
El Gobierno de Seúl se negó por el momento a confirmar la información, aunque una fuente sudcoreana que pidió el anonimato dijo que el disparo no estaba aparentemente vinculado con la muerte del líder del país.
El disparo del misil, con un radio de alcance de 120 kilómetros, pudo ser un ejercicio rutinario puesto que Pyongyang lleva a cabo de forma regular pruebas militares de este tipo, agregó la fuente.
Hijo de dictador, el 'gran sucesor'
Kim Jong-un, hijo menor de Kim Jong-il, es el "gran sucesor del sistema revolucionario" de Corea del Norte tras la muerte de su padre, según indicó la agencia estatal de noticias del país comunista, KCNA. "Tenemos que convertir esta tristeza en valentía bajo la dirección de Kim Jong-un y tenemos que luchar para que la gran revolución tenga éxito en estos momentos difíciles", según anunció el despacho de la agencia, recogido por medios japoneses.
"El mando de Kim Jong-un es seguro y definitivo para cumplir la revolución y la brillante sucesión", concluye el despacho de KCNA.
En septiembre de 2010, Kim Jong-un, tercer hijo de Kim Jong-il, fue nombrado general de cuatro estrellas y llamado a ocupar dos importantes cargos en el Partido de los Trabajadores, lo que lo perfiló como el sucesor de su padre, fallecido el sábado de un infarto durante un viaje en tren.