El nuevo primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, respaldado por el grupo chiita Jezbolá, negó buscar un enfrentamiento con Occidente, en respuesta a las preocupaciones y protestas surgidas por su nombramiento, que dejaron al menos 45 heridos.
En una entrevista al canal de televisión libanesa LBC, Mikati aseguró que 'nadie en Líbano busca un choque con la comunidad internacional', que se mostró inquieta por su designación porque aconteció en un ambiente de tensión.
'Respetaré los compromisos internacionales del Líbano, a no ser que haya unanimidad nacional en el sentido contrario', dijo Mikati en referencia al deseo del Jezbolá de anular las labores del tribunal que investiga el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri.
El Tribunal Especial para Líbano (TEL), con sede en La Haya, está analizando el acta de acusación presentada el pasado 17 de enero por la fiscalía, y el grupo Jezbolá teme que sus militantes sean implicados en el atentado que costó la vida de Hariri en 2005.
El recién nombrado primer ministro aseguró que no pertenece a la alianza 8 de Marzo, encabezada por Jezbolá, ni tampoco nadie le puso condiciones para apoyar su candidatura.
'Diré, aún más, que soy yo quien las puso. Los próximos días dirán si Nayib Mikati es fiel o no a sus constantes', indicó tras destacar que decidió presentarse como candidato para primer ministro el domingo pasado. Recordó que todavía el viernes anterior había afirmado que votaría por Saad Hariri, su predecesor.