El Señor hizo a Adán.
En seguida, con más destreza ya, creó a Eva.
Sucedió, sin embargo, que Adán y Eva no hacían nada, y nada creaban.
El Señor se desesperaba, porque había hecho a esas criaturas para que ellas hicieran más criaturas. Pero ni Adán ni Eva tomaban la iniciativa.
Entonces el Señor, tomó la iniciativa.
Hizo el invierno.
El hombre y la mujer sintieron frío (solos, el hombre y la mujer siempre tienen frío), y se buscaron para sentir mutuamente su calor.
Lo demás que pasó ya lo sabemos.
¡Hasta mañana!...