Malbéne publicó un extenso artículo en el último número de CBQ (Catholic Biblical Quarterly). Ahí el controvertido teólogo propone lo siguiente:
"... Se nos ha dicho que en el mundo crecen juntos el trigo y la cizaña, y que debemos actuar contra la cizaña. Yo pienso que la cizaña es también parte del mundo, y que debe alcanzarla, como a nosotros, la obra de la Redención. No debemos, pues, actuar contra la cizaña, sino por ella. Hemos de trabajar para que se haga el milagro de que, así como el agua se convirtió en vino, la cizaña se convierta en trigo. Finalmente el trigo y la cizaña están hechos de la común sustancia de la tierra; han bebido la misma agua y se han nutrido con el mismo sol. Por la ley infinita del Amor la cizaña llegará a ser trigo. Nuestra tarea consiste en ayudar, aun en nuestra debilidad e imperfecciones, a que actúe en el mundo esa ley que hará que al final de los tiempos nos encontremos todos juntos en el amoroso espíritu de Dios...".
Seguramente el texto de Malbéne no agradará a quienes piensan que el trigo, por ser trigo, está salvado ya; y que la cizaña, por haber nacido cizaña, está ya condenada.
¡Hasta mañana!..
