¿Quién fue la modelo sin nombre y sin recuerdo que posó para el famoso cuadro "El origen del mundo", de Gustave Courbet?
El artista francés pintó una sola parte de esa mujer: su vulva. La pintó sin reticencias ni vacilaciones; la pintó bella y vellida como esa parte es, maravillosa puerta por donde el hombre entra y por donde el niño sale.
Alguien ha dicho que con esa insólita obra, escándalo en su tiempo, Courbet hizo que la pintura se abriera de piernas. Lo que en verdad hizo fue que se abriera a la realidad más íntima de la mujer, y por lo tanto a la mayor verdad del hombre. Porque la mujer es lo más verdadero que en el hombre hay.
Rindo aquí póstumo homenaje a esa anónima modelo que ofreció su parte para que Courbet pintara el todo.
¡Hasta mañana!...