En aquellos discípulos dijo Hu-Ssong a su tiempo:
-Debemos estudiar para saber, y debemos saber para servir. Aquél que sabe y no hace el bien a los demás es igual que una campana que no suena, o que un río cuyas aguas no hacen otra cosa que ir al mar.
-Maestro -preguntó uno de los discípulos-. ¿Cuántos libros debo leer para poder llamarme sabio?
-Eso no importa -respondió Hu-Ssong-. Si un necio lee muchos libros, al final será sólo un necio que ha leído muchos libros. Léelos tú, porque eso te dará conocimiento. Pero acércate con amor a la gente, y escúchala, porque eso te dará sabiduría. Y la sabiduría es más importante que el puro conocimiento, porque es conocimiento con amor.
Así dijo Hu-Ssong. Y sus discípulos supieron que decía la verdad.
¡Hasta mañana!...