A los 10 años descubrí que tenía mucho qué aprender.
A los 15 años descubrí que podía aprender mucho.
A los 20 años descubrí lo que debía aprender.
A los 30 años descubrí que debía olvidar mucho de lo que había aprendido.
A los 40 años descubrí que había olvidado aprender muchas cosas.
A los 50 años descubrí que hay que aprender a olvidar algunas cosas.
A los 60 años descubrí que no había aprendido mucho que debí aprender, y que no había olvidado mucho que debí olvidar.
Y a los 70 años descubrí que tengo mucho qué aprender.
¡Hasta mañana!...