Hussong, filósofo oriental, propuso un enigma a sus discípulos.
-Díganme -les pidió- algo que sea un instante y al mismo tiempo sea una eternidad.
Los discípulos meditaron largo rato y deliberaron entre sí, mas no pudieron dar con la respuesta.
Les dijo Hussong:
-Es el hombre. Su vida corporal dura un instante, pero en su espíritu hay eternidad. Cada persona humana es un momento que dura para siempre.
Eso dijo Hussong, y añadió luego una frase:
-Estamos para irnos, y nos vamos para estar.
-No entendemos -dijeron los discípulos.
Les contestó Hussong:
-Ya entenderán.
¡Hasta mañana!..