Todos los días tengo una cita con alguien a quien estimo mucho: Miss Alud.
"Miss Alud" es el nombre que doy a mi salud. La cita que tengo con ella es muy temprano en la mañana, y consiste en caminar media hora. No en trotar, y menos aún en correr: estoy en muy buenas relaciones con mis rodillas, y si a estas alturas -o bajuras- hiciera eso ellas me lo reclamarían. Pero caminar, simplemente caminar, le hace mucho bien a mi cuerpo.
Y sospecho que también a mi espíritu. Los dos están estrechamente unidos: lo que daña a uno daña también al otro; y el bien que uno de los dos recibe beneficia al otro. De modo que esa pequeña caminata diaria es un bien al mismo tiempo corporal y espiritual.
Y ahora discúlpenme ustedes, por favor. Son las 6 de la mañana, y voy a mi cita cotidiana con Miss Alud.
Con mi salud.
¡Hasta mañana!..