Malbéne, controvertido teólogo, publicó un texto en la revista "Lectio". Ahí dice lo siguiente:
"Las religiones occidentales fueron causa de una división maniquea entre la materia y el espíritu. Se considera que aquélla es algo deleznable, efímero, y éste algo valioso y perdurable. ¿Cómo puede ser torpe la materia, si es creación divina? Eterna es la materia. Es el espíritu corporizado de Dios; su cuerpo espiritualizado. La materia es también santa, como el espíritu. No la despreciemos; antes bien aprendamos a ver en ella la presencia de Dios entre nosotros".
Seguramente las palabras de Malbéne provocarán polémica, pues hay quienes pretenden ser espíritus puros, sin percatarse de que al desdeñar la creación de Dios caen en impureza.
¡Hasta mañana!...