Me habría gustado conocer a Alejandro de Médicis. Un cierto mercader perdió una bolsa con 100 doblones, y ofreció una gratificación de 20 a quien la hallara y se la devolviera. Un pobre campesino la encontró, y fue a entregarla. El mercader, por evitarse el pago de la recompensa, le dijo que su bolsa traía 130 doblones, y lo llamó ladrón.
El campesino se quejó con el duque de Médicis. Éste llamó al comerciante y le pidió la bolsa. Le dijo: "Aquí hay 100 doblones. Si en la vuestra había 130, está claro que ésta no os pertenece. Tomadla vos, buen hombre, y si acaso halláreis otra con 130 doblones entregadla al mercader, que de seguro os dará entonces la recompensa prometida".
Me habría gustado conocer a Alejandro de Médicis. Sabía que la justicia de los buenos acaba por vencer siempre las astucias de los malos.
¡Hasta mañana!...