A mis años, figúrese usted, me he puesto a estudiar las etimologías del náhuatl. Cuando cursé el bachillerato -en el glorioso Ateneo Fuente de mi natal Saltillo- estudié etimologías griegas y latinas. Gracias a los excelentes textos de don Agustín Mateos aprendí a descifrar vocablos como "batracomiomaquia" y "triscaidecafobia". Nadie me dijo, sin embargo, qué significan las palabras "Xochimilco", "Netzahualcóyotl" o "Chapultepec".
Ahora encuentro una etimología que me pone triste: la de "macehual". Ese nombre, usado para designar a los más pobres jornaleros, proviene del verbo "macehua", que significa algo así como "ganar la vida sufriendo".
Pienso que hay macehuales que no son jornaleros ni son pobres. También es macehual aquel que trabaja haciendo lo que no le gusta. Son muchos, a juzgar por tantas caras tristes que se ven por la mañana, de gente que va al trabajo como el forzado va a galeras.
A mis hijos les dije siempre: "Busquen hacer algo que les guste, y jamás en la vida tendrán que trabajar". Es cierto. Yo nunca he trabajado.
¡Hasta mañana!...