El hombre comió un día.
Pero al siguiente volvió a tener hambre.
El señor se dio cuenta de su equivocación.
La siguiente vez, en lugar de regalarle un pez al hombre
lo enseñó a pescar.
Y sucedió algo inesperado.
El hombre se convirtió en un holgazán que se pasaba
todo el día en una lancha tirando el anzuelo y tomando
cerveza.
¡Hasta mañana!...