Me habría gustado conocer a Nikolai Berdyaev, existencialista cristiano.
Escribió en uno de sus libros: "El hombre no debe vivir con el temor de la justicia divina, sino con la esperanza en el divino amor".
Crítico del zarismo, reprobó luego los excesos de los bolcheviques, que lo habían llegado a considerar uno de los suyos. Fue por eso expulsado de Rusia.
En Francia conoció la pobreza, pero vio también la pobreza de los demás. Escribió entonces: "El pan para mí es una necesidad del cuerpo, pero el pan para los demás es una necesidad de mi alma".
Me habría gustado conocer a Nikolai Berdyaev.
Sabía que el más alto de todos los saberes es la caridad, y que la más honda de todas las teologías es la del amor.
¡Hasta mañana!...