Don Abundio es un viejo socarrón. Dice tantas verdades que no sabe uno si está echando mentiras.
Trabaja mucho don Abundio.
-Para eso se hizo el día -afirma.
Y en su tiempo fue hombre mujeriego.
-Para eso se hizo la noche -manifiesta.
Su huerta de manzanas es la mejor de la región. Ni una sola yerba mala hay en ella, me dice. Y añade con fingido respeto:
-No agraviando.
La gente lo felicita por su huerta. Le dijo el otro día el señor cura:
-¡Mira qué hermosuras han hecho entre el Señor y tú!
Le contestó don Abundio:
-Y le doy gracias a Dios, padrecito. Pero si viera qué feo estaba esto antes de que yo entrara en sociedad con Él.
Un viejo socarrón es don Abundio. Sabe que la mejor oración para pedir el éxito es la que se hace mientras se trabaja.
¡Hasta mañana!...