NO HAY DUDA De que hemos cambiado como país y como sociedad. Durante los estos 10 años del Gobierno Federal panista, el país se ha transformado profundamente. Durante esta década México es otro y muy diferente al del siglo veinte.
AQUELLA SOCIEDAD En donde se cometían de manera esporádica delitos considerados como comunes en cualquier sociedad del mundo tales como el robo, el homicidio (éste las más de las veces en riña), el fraude o el despojo, quedó muy lejos. Los delitos federales consistían en la expedición de cheques sin fondo, el contrabando, el robo de energía eléctrica o los accidentes viales con daño en la propiedad de la nación formaban el catálogo de los ilícitos en nuestra sociedad, también quedaron atrás.
LA ETNIA o grupo social llamado "los mexicanos" es ahora muy diferente. Han sido necesarios únicamente cuatro años para que entráramos en un vértigo de muerte y sadismo nunca vistos.
RECORDAR La violencia durante el siglo diecinueve nos lleva siempre a una lucha ideológica. Los realistas y los insurgentes colgaban y se mataban entre ellos, pero al amparo de una guerra por la independencia del país.
DURANTE LA TRÁGICA Invasión norteamericana a México, murieron miles de nacionales y de norteamericanos, todo ello al amparo de la idea de salvaguardar el territorio nacional.
LOS PARTIDARIOS Del emperador Maximiliano mataban a los liberales y éstos a los franceses y sus aliados, pero también al amparo de una causa: expulsar a la invasión extranjera.
DURANTE LA CRUENTA Revolución Mexicana iniciada en 1910, los mexicanos se mataban entre sí hasta en un millón de compatriotas, pero en el fondo se buscaba lograr y cumplir un ideario político de justicia social para liberar y redimir a millones de mexicanos que se debatían en injusticia y miseria.
PERO NI EN LAS MÁS SANGRIENTAS Guerras que haya padecido este agobiado país, se había conocido la barbarie, brutalidad y sadismo como el que ahora leemos en periódicos, oímos en la radio y vemos en la televisión.
LOS DELINCUENTES DEL PASADO, No estilaban cortar la cabeza de sus enemigos o competidores; ni arrojaban los cuerpos decapitados en los basureros; aquellos delincuentes se limitaban a asesinar y huir, no a descuartizar los cuerpos de sus víctimas, tirarlos en las carreteras o colgarlos en los puentes peatonales de las vialidades.
ES CLARO ENTONCES, Que la criminalidad ha cambiado y muy radicalmente. En estos tiempos matar no es suficiente ni privar de la vida a otro basta: hay además que torturalo, decapitarlo, descuartizarlo y tirarlo frente a una oficina policiaca.
LA TRISTE PARADOJA De toda esta irracionalidad se debe a una y única estúpida razón: que 2.5 millones de adictos en este país puedan tener en tiempo y forma su deseada droga. Felipe Calderón podrá seguir con su guerra, (que quiera Dios y gane), pero tras esta batalla, ocultos y silenciosos se encuentran los 2.5 millones de drogadictos (y que representan únicamente el 4.4% de nuestra población) que demandan sus estupefacientes. De ahí que mientras exista esa demanda, será imposible que el mundo criminal termine.
Y ES QUE LOS ADICTOS: O compran las drogas a los traficantes o se las proporciona el Estado bajo su debido control o mejor se le deja a las reglas del libre mercado. Pero mientras la demanda esté ahí, los adictos seguirán siendo el sostén y financiamiento del crimen organizado. El Estado y el País está a resistencia por culpa del 4.4% de su población que es viciosa.
En verdad que no es justo.
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