POR FIN UNA BUENA NOTICIA después de esa interminable
cascada de noticias
deprimentes que han
venido sumiendo en el
desánimo y desesperación
a los 112 millones de seres
que habitamos este golpeado
país.
EL DÍA DE AYER el presidente
Felipe Calderón
hace realidad un sentido
reclamo que por muchísimos
años había sido pedimento
justo a todos los gobiernos
que han transitado
por Los Pinos. Petición
que de una u otra manera
había sido siempre desatendida
con diversos y variados
argumentos recaudatorios.
POR LO PRONTO el Decreto
que firmó el presidente
Calderón el lunes,
adiciona el artículo 176 del
Impuesto Sobre la Renta
para que las personas físicas
puedan deducir los pagos
que hacen para la educación
de sus hijos desde
preprimaria hasta el bachillerato
y ya en la declaración
fiscal desde este
2011.
EL DECRETO FIJA un
tope que se determina sobre
la base del costo promedio
que al Estado le
cuesta proporcionar gratuitamente
los servicios
educativos. Un detalle del
Decreto es que la deducción
no será por cada uno
de los hijos del contribuyente,
sino sobre el monto
total que el causante gaste
en la educación de todos.
Aun así, este decreto vendrá
a beneficiar a los padres
de los más de 3.5 millones
de niños y jóvenes
que actualmente pagan
colegiaturas.
LA MEDIDA es a todas
luces correcta, pues no se
justificaba que los padres
de familia que no usan los
servicios públicos de educación
que proporciona el
Estado y a los cuales contribuyen
mediante el pago
de sus impuestos, se les
gravara además con la indeducibilidad
de las colegiaturas
que erogan. Los
padres que pagan colegiaturas
ayudan de una u
otra manera a liberar al
Estado de su carga educativa,
pues al no usar las
plazas escolares que proporciona
el Estado, permitieron
que esas plazas sean
ocupadas por otros niños
y jóvenes.
AUNQUE EL DECRETO
no llena la demanda de los
padres de familia al limitar
la deducción a un gasto
global y no por cada
uno de los hijos, esta medida
viene a aliviar en
parte su pesada carga fiscal
y a concretar una política
tributaria más distributiva
y justa.
LOS LÍMITES ANUALES
de deducibilidad serían
según el Decreto los siguientes:
Preescolar 14.2
mil pesos; Primaria 12.9
mil pesos; Secundaria 19.9
mil pesos; Profesional técnico
17.1 pesos y bachillerato
o su equivalente 24.4
mil pesos.
LA MEDIDA ES BUENA
y siendo buena en sí misma,
a nuestro entender se
ha quedado corta, pues corrige
solamente parte de
la injusticia que sufren los
padres de familia. La meta
a un futuro inmediato
sería que esa deducción
fuese sobre el monto total
de los gastos que en educación
de los hijos eroga
un padre de familia, no solamente
respecto de parte
de ellos.
UN BUEN PASO que habrá
de continuarse para
llegar a una verdadera
justicia tributaria.
Comentarios: gaasoc@hotmail.com