De Nuevo Se Lució / La Suspensión Definitiva La juez de Distrito en materia Administrativa del Distrito Federal, Blanca Lobo Domínguez, cuando concedió la suspensión definitiva de los actos reclamados en el amparo que interpusieron dos pájaros de cuenta: uno, el testigo de cargo Víctor Manuel Reyes y el otro pajarraco, el comandante de la Policía Judicial del Distrito Federal (que en el puro cargo lleva la fama).
Otorgada por la juzgadora es para los efectos de que la belleza inmarcesible de los dos truhanes, no sea difundida y se difumine en el filme. Con esto y para empezar, dejó al amparo sin materia. Así los angelicales y estéticos rostros de los señores, no podrán llegar a ser reconocidos por la ciudadanía al proyectarse el Documental "Presunto culpable", que por fortuna está exhibiéndose en esta ciudad, en toda la nación y en más de veinte países alrededor del mundo, ello para vergüenza de los mexicanos y su sistema de judicial.
EL DOCUMENTAL Está proyectándose en salas locales y por ello, la población se habrá formado un criterio del juez que aparece zangoloteando una astrosa toga y gesticulando tonterías frente al acusado, Antonio Zúñiga; también de la c. agente del Ministerio Público que aparece en pantalla masticando un enorme chicle, riendo como tonta frente a la cámara y diciendo una serie de incoherencias más para análisis de un psiquiatra que para cualquier análisis jurídico.
SE VIO TAMBIÉN Al testigo de cargo, Víctor Manuel Reyes, que se puso en evidencia durante las diligencias de careo con el acusado y demostrando en la sala del juzgado (que por cierto más parecía un tianguis de Tepito que un lugar de administración de justicia), un estado patético de miedo, terror, inseguridad y el total desconocimiento de los hechos sobre los cuales estaba siendo confrontado.
PERO YA SE VIO TAMBIÉN Al más siniestro personaje en esa caricatura grotesca del juicio a que fue sometida la víctima Antonio Zúñiga. Se trata del comandante de la Policía Judicial que detuvo, agredió, maltrató física y mentalmente al acusado durante su arbitraria detención en las oficinas del Ministerio. En fin, el cuadro del juzgado es patético, empezando por el juez y terminando con el MP.
SE TRATA DE UN Escenario realmente kafkiano, con tintes sublimes de realismo mágico, pero rayando en un estado de insania mental generalizada por parte de los representantes de la ley.
UNO DE LOS PUNTOS MÁS Interesantes de esta mascarada y que debería aclararse es: ¿quiénes son los funcionarios del Gobierno del Distrito Federal, que están pagando los altos honorarios por la interposición del juicio de amparo, pues la manera inteligente como fue aquél planteado, denota se trata de un bufete de abogados conocedores y caros. Y lo que se pudo ver de los dos sujetos que lo interpusieron (el testigo de cargo y el comandante de la Judicial), parece que éstos no tienen ni en qué caerse muertos, menos pagar un bufete caro.
¿Quién ESTÁ DETRÁS DE ELLOS? ¿Qué intereses tratan de ocultar o proteger?
Sólo el tiempo podrá decirlo.
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