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MIRANDO A FONDO

La Orquesta Sinfónica Juvenil de Torreón

VÍCTOR GONZÁLEZ AVELAR

LA CREACIÓN De La Orquesta Sinfónica Juvenil de Torreón (Osijut) es un hecho insólito en la historia del Estado. El pasado viernes 27 de mayo ofreció un concierto, en el Teatro Isauro Martínez, que la consolidó como uno de los proyectos más ambiciosos de Torreón en materia de cultura. Un acontecimiento sin precedentes, que se encuentra más relacionado con el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela que con el movimiento orquestal de nuestro país.

 REUNIR A SETENTA Y CINCO Jóvenes para interpretar la Sinfonía Número 1 de Tchaikovsky, una pieza que exige una destreza técnica para músicos experimentados en una ciudad que no cuenta con una escuela superior de música, es el pináculo de un arduo proceso de preparación. Lo sobresaliente de esta hazaña es que el objetivo se alcanzó en sólo un año. Se trata entonces de una orquesta conformada por jóvenes, pero con una capacidad de ejecución que escapa a la etiqueta de lo "juvenil". Las expectativas que se generaron desde su formación han sido rebasadas ampliamente, esto bastaría para hacernos sentir satisfechos. Sin embargo, el éxito de la Osijut pone en la mesa inquietudes acerca de la música orquestal en nuestro Estado.

 EN PRIMER LUGAR, Es evidente que se necesita un Sistema Nacional de Orquestas más sólido, y en segundo, la existencia de un Sistema de Orquestas del Estado. ¿Qué distingue a la Osijut de otras orquestas? Que es una de las pocas orquestas municipales que existen. El resto pertenece al Estado o a organismos culturales o privados. Y además de sus logros grupales ya ha comenzado a catapultar a algunos de sus integrantes. Pamela Mireles Zavala (violín primero), Ruth Hadassa Tagle (Flauta) y Rodolfo Dassaev Tagle (Trompeta) fueron aceptados en la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México. Imaginemos qué habría sido de estos jóvenes músicos sin la Osijut. ¿Qué agrupación les hubiera dado cobijo y les ayudaría en su proceso de preparación si no hubieran tenido la oportunidad que se les brindó? Ahora pensemos en todos esos otros jóvenes del Estado, de Saltillo, de Monclova, de Sabinas, que no cuentan con un respaldo como la Osijut.

 ENTRE LAS CARACTERÍSTICAS Que presenta esta orquesta existe una invaluable: el trabajo de la maestra Natalia Riazanova, músico sobresaliente. Su experiencia sinfónica internacional, su pasión al dirigir y su interés por la música mexicana y la coahuilense (ha grabado piezas de compositores de nuestro Estado) la convierten en una pieza insustituible. Natalia ha evitado la fuga de talento y mantenido a flote a aquellos músicos jóvenes que no cuentan con la posibilidad de emigrar.

Y gracias a Natalia, ha conseguido lo que otras ramas de las artes han propiciado desde hace tiempo: la consolidación de los exponentes desde su lugar de origen. Hace veinte años para ser escritor había que mudarse a la Ciudad de México. Hoy, para ser un músico de alto nivel el primer paso es ingresar a la Osijut. Es indudable que Riazanova está trabajando para la música, pero también es innegable que trabaja para la educación de Torreón y por Coahuila.

 EL PRIMER PASO Ha sido dado. La OSIJUT es un reconfortante ejemplo de que con una buena política pública se puede logar un producto de calidad, capaz de competir a nivel nacional y que porte el estandarte del orgullo coahuilense. Hay que reconocer la voluntad del alcalde Eduardo Olmos para impulsar este proyecto que seguro se convertirá en el arranque de un importante movimiento orquestal en Coahuila.

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