EL SIGLO DE DURANGO
A diario aparecen una serie de productos difundidos ampliamente contra la obesidad carentes de evidencia científica para acreditar sus efectos, resaltó Ángel González Romero, subdelegado Médico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
De acuerdo con diversos estudios publicados en importantes revistas científicas a nivel mundial, sustancias como los derivados del cromo, piruvato de calcio, carnitina y el ácido hidroxítrico no tienen efecto para reducir grasa ni disminuir el apetito.
Quienes padecen la enfermedad de obesidad son altamente susceptibles a los engaños de la mercadotecnia y la difusión de productos que se publicitan como "antiadelgazantes".
Las personas que se automedican con tales productos pueden tener efectos negativos para su salud, por lo cual se recomienda tener un diagnóstico previo y adecuado a las condiciones físicas y orgánicas de cada paciente, sobre todo si se padece obesidad.
Puntualizó que cualquier tratamiento contra la obesidad debe estar prescrito por un médico especialista y, en el mejor de los casos, apoyado por un nutriólogo.
El uso de los productos para reducir peso y disminuir la obesidad puede generar, entre otras consecuencias, adicción a sustancias como las anfetaminas y sus derivados, debido a que muchos de estos productos se venden de manera libre e indiscriminada al público sin control médico, lo que es otra consecuencia de la automedicación.
Su venta debe sujetarse bajo supervisión y receta médica; todos los fármacos tienen contraindicaciones o son susceptibles de generar efectos secundarios.