EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Molinos de viento

Archivo adjunto

LUIS F. SALAZAR WOOLFOLK

La carga de la alcaldesa Rocío Rebollo, en contra de la construcción de una tubería de Ciudad Lerdo a Gómez Palacio, Durango, para surtir de agua tratada a la planta de Comisión Federal de Electricidad denominada Ciclo Combinado Frankee, no tiene sentido.

El proyecto industrial que apareció en público en el año 2001, enfrentó en un principio la oposición del ejido Lerdo como usuario de las aguas residuales de la ciudad en labores agrícolas en aquel entonces. Seis años después, según informó El Siglo de Torreón el 12 de diciembre de 2007, iniciaron las pláticas formales entre los propios ejidatarios, en tiempos en que Oralia Guerrero presidía el Comisariado Ejidal, el Gobierno de Durango y desde luego el Sistema Municipal de Aguas y Alcantarillado de la Ciudad Jardín, como dueño de la tratadora de aguas, con la propia CFE y la Comisión Nacional del Agua.

El resultado fue la concertación de un contrato de compraventa de las aguas residuales de una calidad específica para ser utilizadas en el proceso de generación de energía eléctrica en la Planta Frankee, cuyo tratamiento partiría de una planta tratadora concebida como parte del proyecto para ese fin, construida con recursos federales aportados por la Comisión Nacional del Agua a través del programa APAZU.

Cuatro años después la planta está construida y el agua disponible, pero su ingreso y paso al través de territorio gomezpalatino requiere una obra de conducción que debe ser autorizada por el cabildo que preside Rocío Rebollo, y que la alcaldesa en funciones estuvo evitando hasta que síndico y regidores de todos los colores partidistas, actuaron por su cuenta aprobando por mayoría la realización de esta última fase del proyecto, en contra del voto de la alcaldesa.

Para justificar su oposición Rocío presenta un proyecto para que en el mismo municipio de Gómez Palacio se traten las aguas y se vendan a la CFE, en lugar de que provengan de otro lado, lo que la alcaldesa apoya en el argumento poderoso en apariencia, según el cual "es preferible hacer el negocio (de venta de agua) nosotros mismos a que lo haga el vecino...".

La Señora Rebollo parece ignorar que la planta de Lerdo planeada y construida para obtener el agua requerida en calidad ya existe y la de Gómez Palacio no tiene la capacidad para satisfacer esa demanda ni en el corto ni en el mediano plazo, por lo que el propósito de obtener ese recurso acuífero dentro de Gómez por positivo que parezca, se basa en un mero proyecto de realización tan futura como incierta.

Por eso no tiene sentido la oposición de la alcaldesa a la construcción y paso del acueducto referido y menos sentido tiene el haber caído en un pleito con el ayuntamiento en pleno que le votó en contra, lo que dio origen a una acusación de Rocío en el sentido de que los ediles responden a intereses oscuros, seguida de una reyerta entre las partes y sus simpatizantes en plena reunión de cabildo, que puso en riesgo la integridad física de los involucrados.

Los ediles advierten a la alcaldesa que procederán legalmente en su contra y ella contesta "si defender los intereses de Gómez Palacio es causa de demanda, que me demanden...", aunque ya en frío retrocede y manifiesta estar dispuesta al diálogo.

La posición de Rocío no se justifica ni aún en el supuesto de que en el tema tratado y votado tuviera razón, porque no debe poner en riesgo la estabilidad del gobierno de la ciudad, ni siquiera con el pretexto de ponerse el yelmo y la armadura para acometer lanza en ristre a los molinos de viento, que la alcaldesa llama "intereses oscuros de los regidores".

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 668035

elsiglo.mx