"En el futuro, todos serán mundialmente famosos por 15 minutos."
Andy Warhol
Las razones de la atención pública son siempre curiosas. El JJ, José Jorge Balderas Garza, es uno de muchos criminales detenidos en nuestro país en los últimos tiempos. No parece ser demasiado importante en la jerarquía criminal. Se dice que fue colaborador de Édgar Valdez Villarreal, alias la Barbie, aunque el propio JJ lo niega y afirma que simplemente lo conocía. De lo que no hay duda es que se dedicaba al tráfico de drogas. Pero en nuestro país son muchos los que pueden vanagloriarse de esta ocupación.
La razón de la fama del JJ es que se le atribuye haber disparado a Salvador Cabañas, entonces delantero del Club América, en la madrugada del 25 de enero en el Bar Bar de la Ciudad de México. Muchos otros criminales no logran una fama tan grande ni siquiera con múltiples homicidios, pero en el mundo de la atención pública hay de víctimas a víctimas. Un futbolista connotado vale, al parecer, por varias docenas de personas corrientes.
En nada lastimó la fama del JJ el que se le haya detenido en Bosques de las Lomas, un barrio de gran lujo, ni que lo acompañara Juliana Sossa, una modelo colombiana de espectacular belleza.
En sus entrevistas para televisión, el JJ se mostró tranquilo, confiado e incluso cínico. Dijo que su fama, lejos de perjudicarlo, incrementó sus ventas. Al parecer los compradores de droga estaban felices de comprar a un traficante famoso.
Me imagino que las televisoras serán acusadas de convertir al JJ en un héroe popular. La responsabilidad, sin embargo, es de la propia autoridad. No es común que las personas aprehendidas puedan ofrecer entrevistas exclusivas a los principales medios de comunicación. Al JJ se le puso en escaparate para que la gente admirara su osadía, su alto nivel de vida y hasta su hermosa pareja. Ahora bien, la gente quería enterarse de su historia. Tanto los ratings como los registros de los portales de Internet señalaron ayer claramente que el JJ era el personaje del momento.
La aprehensión del JJ y de sus cómplices sugiere, una vez más, que la capacidad de investigación de nuestras policías está mejorando, por lo menos en los casos notorios. Este criminal se une a una lista cada vez más larga de criminales importantes detenidos en México. Si la guerra contra el narco se ganara con la detención de capos, bien podríamos coincidir con las autoridades y declarar que vamos ganando. Queda la duda, sin embargo, de si el JJ habría sido capturado si no hubiera adquirido tanta fama.
La detención del JJ ha sacado a relucir nuevamente el caso de Carlos Cázares, Charly, gerente del Bar Bar, quien se encuentra en la cárcel por su presunta complicidad en la agresión a Cabañas. Simón Charaf, dueño del Bar Bar, quien ha defendido incansablemente a su empleado, afirma que las declaraciones del JJ demuestran que los agresores fueron revisados al entrar al establecimiento, que el arma entró de manera encubierta poco antes de la agresión, que los empleados no facilitaron la huida a los agresores y que sólo pasaron unos cuantos segundos para que los agresores estuvieran en la calle y en franca huida. Cázares y los empleados del Bar Bar "hicieron lo que cualquier ciudadano responsable haría en un caso así, pedir apoyo a la autoridad y una ambulancia".
Cázares no es tan famoso como el JJ, pero eso no debería ser razón para no revisar su caso. Por lo pronto ya no se necesita un chivo expiatorio: tanto el JJ como su presunto cómplice, Francisco Bareto García, El Contador, están en la cárcel.
No sólo fue el 2010 el año más violento en homicidios dolosos y ejecuciones vinculadas al crimen organizado. También fue el de más robos de autos. Señala la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros que se registró un récord de robo de 78,870 vehículos asegurados, un incremento de 16.6 por ciento. El Distrito Federal, significativamente, tuvo una baja de 7.5 por ciento en este delito.
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