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En medio de un fuerte dispositivo de seguridad que mantuvo alejadas a varias manifestaciones, Rubén Moreira Valdez asumió el cargo de gobernador de Coahuila, y en su primer discurso propuso un "pacto social" para crear una nueva constitución estatal "que fije las reglas que limitan a la autoridad y le dan derechos a las personas". No obstante, el nuevo mandatario coahuilense omitió hablar de la deuda de más de 35 mil millones de pesos que deja la administración saliente y por la cual se siguen actualmente sendos procesos penales en la Procuraduría General de la República y la Fiscalía General del Estado.
En cuanto a inversión en obras de infraestructura, sólo se refirió a la terminación de tres carreteras que servirán para aprovechar el "corredor económico del norte".
Por la mañana de ayer, Rubén Moreira acudió a la sede del Congreso del Estado para rendir protesta como gobernador frente a los diputados locales. Durante la sesión solemne, legisladores de oposición se manifestaron con mantas con leyendas como: "Rubén: tu gobierno costó 35 mil millones de pesos".
Afuera del recinto se congregaron varios grupos de manifestantes, como "Indignados Coahuila" y militancia del PAN, para exigir "justicia" por la deuda que dejó el pasado gobierno encabezado por Humberto Moreira y Jorge Torres.
Al mediodía, el gobernador se trasladó a Villa Ferré, en donde pronunció un discurso frente a militantes priistas, amigos, empresarios, funcionarios de distintos estados de la República y representantes de distintos sectores de la sociedad. Ahí, Moreira pidió "confianza y apoyo" para construir "la sociedad que nuestros abuelos y padres soñaron para nosotros", y delineó los ejes estratégicos de su gobierno: eficiencia en el uso de recursos; respeto a los derechos humanos; promoción de una cultura de legalidad; aumento de la expectativa de vida y "la felicidad"; disminución de la marginación; cuidado del medio ambiente; mejoramiento de la competitividad, y promoción de la participación responsable de la sociedad.