"La represión es la semilla
De la revolución."
Woodrow Wilson
A Autopista del Sol que une a la ciudad de México con Acapulco cruza incongruentemente por la ciudad de Chilpancingo. Hace años alguien me dijo que la razón de este trazo, definido cuando Carlos Salinas de Gortari era presidente de la república y su excuñado José Francisco Ruiz Massieu gobernador de Guerrero, era permitir los bloqueos de esta vía de comunicación por los poderosos grupos políticos de presión del estado. Otros me han dicho que, simplemente, el presidente respondió a una petición de Ruiz Massieu para que los viajeros dejaran alguna derrama económica en la capital guerrerense en su camino a Acapulco.
No sé si ese trazo haya permitido alguna derrama económica, fuera de la ocasional hamburguesa vendida en el McDonald's local, pero de lo que no hay duda es que el bloqueo de la autopista por activistas se ha convertido en algo tan común que una de las consideraciones más importantes en la decisión de si hacer o no el traslado por carretera a Acapulco es precisamente la posibilidad de sufrir un bloqueo de varias horas.
La diferencia en el bloqueo del pasado 12 de diciembre, realizado por un grupo de unos 500 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, apoyados según el procurador del estado por organizadores políticos, es que las autoridades no se quedaron cruzadas de brazos. Según el procurador Alberto López Rosas los manifestantes lanzaron artefactos explosivos a una gasolinera vecina, provocando quemaduras graves en un empleado de la instalación. Esto obligó a la intervención de las fuerzas policiales. Al final el saldo fue de dos estudiantes muertos, decenas de heridos (entre ellos automovilistas y el empleado de la gasolinera) y 24 detenidos, de los cuales sólo dos son estudiantes normalistas.
Los autobuses en que fueron trasladados los estudiantes a Chilpancingo fueron secuestrados junto a sus conductores. Los dos estudiantes muertos, Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, habían participado en una serie de movilizaciones de estudiantes de esta Normal, que tiene una larga historia de activismo político.
Hasta el momento no se sabe quién disparó y mató a los dos estudiantes. Un normalista de 19 años fue detenido con un cargador y llevó presuntamente a las autoridades al lugar en que había un cuerno de chivo, AK-47. Ésta había sido percutida en siete ocasiones. Las pruebas periciales iniciales, según el procurador, sugieren que las balas que mataron a los estudiantes pueden haber provenido de una AK-47 o de una G3, que es un arma de cargo de policías.
Santiago Aguirre, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tllachinollan, que ha apoyado el movimiento de la Escuela de Ayotzinapa, afirma que fueron los policías quienes dispararon contra los manifestantes sin que éstos hayan tenido ninguna conducta agresiva. Añade que es "inadmisible que se emplee la fuerza, y en especial la fuerza letal, para reprimir una protesta social".
Coincido: no es correcto ni legal disparar balas contra manifestantes. Pero en parte la culpa la tiene la autoridad que ha permitido desde hace años que se bloqueen las vías de comunicación, con enorme perjuicio a terceros inocentes, para que ciertos grupos políticos logren tratos de privilegio. El simple hecho de que la Autopista del Sol haya sido trazada para cruzar Chilpancingo, al parecer para facilitar los bloqueos, es señal de un sistema perverso que tarde o temprano termina por provocar tragedias, como la de estos dos jóvenes que han perdido la vida en el bloqueo absurdo de una carretera.
MARIHUANA VASCA
El viceconsejero vasco de sanidad, Jesús María Fernández, ha anunciado que el gobierno vasco presentará una propuesta de ley que regule la producción, venta y consumo de la marihuana (Cannabis). "Es mejor ordenar que prohibir las conductas que ya existen consolidadas en la sociedad", dijo el funcionario en una conferencia de prensa.
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