Castigo. Mubarak podría enfrentar la pena de muerte si se comprueba que ordenó la represión contra las manifestaciones. EFE
El ex presidente egipcio Hosni Mubarak, podría enfrentar la pena de muerte si se comprueba que ordenó la represión contra las manifestaciones que lo derrocaron, que dejó al menos 385 muertos, estimó ayer la justicia de El Cairo.
La jefa de la Corte de Apelaciones de El Cairo, Zakaria Shalash, indicó que el depuesto mandatario sería condenado a la pena capital después de un juicio que se espera durará al menos un año, de acuerdo con reportes del canal árabe de noticias Al Arabiya.
El saldo oficial de los 18 días de protestas masivas que exigían la renuncia de Mubarak asciende a 385 muertos y cinco mil heridos, aunque la prensa occidental calcula que el número de víctimas mortales habría llegado a 800.
Desde que dejó el poder, el 11 de febrero, Mubarak estuvo en su casa del balneario de Sharm-el-Sheik, pero a principios de esta semana el ex presidente y sus dos hijos, Alaa y Gamal, fueron puestos en custodia por 15 días luego que la Fiscalía emprendió una investigación.
El depuesto mandatario fue detenido después de que el que fue su ministro del Interior, Habib al-Adly, dijo que el mismo Mubarak había ordenado el uso de la violencia en contra de los manifestantes, indicó Shalash.
Al-Adly, también arrestado, enfrenta cargos por ordenar a las fuerzas de seguridad disparar contra los manifestantes y podría ser condenado por complicidad, explicó la magistrada.
"Si se comprueba lo dicho por Al-Adly, Mubarak recibirá la condena como la persona que llevó a cabo las órdenes", indicó.