Una cría de lince ibérico, una de las especies más amenazadas de Europa, ha muerto en el centro de reproducción de Silves, a 250 kilómetros al sur de Lisboa, y se convierte en la quinta en fallecer este año.
El Instituto luso de Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad (ICNB) informó hoy de que Hydra murió el 9 de junio con menos de tres meses de vida, debido a una parada cardiorrespiratoria a causa de complicaciones en una fractura provocada por su debilidad física congénita.
Nacida en Silves el pasado 24 de marzo, Hydra, que también sufrió una herida en el cuello nada más nacer "probablemente" provocada por el transporte de la madre, es la quinta cría de lince ibérico en cautiverio que fallece en Portugal este año.
En el primer trimestre, dos perdieron la vida por hipotermia después del abandono de la madre y las otras dos murieron por un aborto.
En 2010, las dos primeras y únicas crías nacidas en el centro tampoco sobrevivieron.
El centro de Silves, inaugurado en mayo de 2009, forma parte del programa luso-español que aspira a reproducir el lince ibérico para reintroducirlo posteriormente en su hábitat natural.
La instalación, equipada con las últimas tecnologías y una capacidad máxima para 32 ejemplares, ha recibido desde finales de 2009 y en diferentes fases a 16 felinos adultos y tres jóvenes, llegados todos desde España.
Se estima que la península Ibérica puede contar con entre 200 y 300 linces en libertad, aunque en Portugal se considera un animal virtualmente extinguido y el último felino detectado fue en la Sierra de La Malcata, junto a la comunidad española de Extremadura, en 1992.
Con un peso medio de 8 a 12 kilos, el animal abundaba en el bosque y matorral mediterráneo, pero la degradación de su entorno y la desaparición de los conejos silvestres, su principal fuente de alimentación, han llevado a la especie al borde de la extinción.