Represión y festejo. Miles de sirios asisten a la inauguración de una estatua de 7 metros de altura que representa a un soldado sirio en la plaza Umayyad de Damasco, Siria. La inauguración de la estatua en honor al Ejército sirio se celebra un día después de que al menos 111 civiles murieran en la localidad de Kafr Eid.
Al menos 111 civiles murieron en la localidad siria de Kafr Eid, en la provincia septentrional de Idleb, por la represión de las fuerzas leales al régimen de Damasco, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
En declaraciones, el presidente de ese grupo opositor, Ramy Abdul Rahman, explicó que las bajas se produjeron durante los bombardeos del martes del Ejército sirio.
En un comunicado, el Observatorio subrayó que ha conseguido identificar a 56 de los muertos en la "masacre" de Kafr Eid, en la zona de Yabal Zauya, fronteriza con Turquía.
Según la nota, la masacre fue ejecutada por las fuerzas sirias contra ciudadanos y activistas buscados por las autoridades que intentaron escapar a zonas rurales por miedo a ser detenidos.
La provincia de Idleb es uno de los bastiones de la oposición al régimen de Bachar al Asad en Siria y es escenario de enfrentamientos entre el ejército y soldados desertores.
Hoy se espera que llegue a Siria el primer grupo de observadores de la Liga Árabe después que Damasco firmara un protocolo para el envío de esta misión a su territorio.
Desde que comenzaran las protestas contra el régimen en marzo pasado, más de 5,000 personas han muerto por la represión gubernamental, según las cifras de Naciones Unidas.
Insiste EU en salida de Assad
El gobierno de Estados Unidos renovó su llamado para que el presidente de Siria, Bashar al-Assad, deje el cargo, y aseguró que Washington continuará trabajando con sus socios internacionales para elevar la presión sobre ese régimen.
"Estados Unidos cree que la única manera que se den los cambios que los sirios se merecen es que Bashar al-Assad deje el poder", dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney.
El portavoz indicó que la persistencia de la violenta campaña de represión contra opositores y la población en general de Siria, a pesar de la promesa del gobierno de retirar al ejército de zonas residenciales, ha restado legitimidad a ese régimen.
El ofrecimiento fue hecho por el gobierno de Assad ante la Liga Árabe, que posteriormente acordó la imposición de sanciones comerciales por el incumplimiento de este acuerdo y el endurecimiento de la campaña de represión.
"Una y otra vez el régimen de Assad ha demostrado que no merece gobernar Siria", señaló Carney.